Darío Silva: el manejo del vestuario a Púa, su vida de mozo y las ganas de jugar en Nacional

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Darío Silva. Foto: @Cadiz_CF.

ENTREVISTA

El exfutbolista de la selección le dio a Uruguay 98% de chances de ser campeón en Qatar, confesó dónde planeaba retirarse y habló de cuando trabajó en una pizzería de España.

Darío Silva tuvo mil vidas. Trabajó en el campo, fue futbolista, representante, candidato a la Intendencia de Rocha, y hasta mozo y repartidor de una pizzería en España. A los 49 años, pese a las dificultades que le genera la prótesis que se colocó en la pierna luego del accidente en 2006, parece que vivirá mil más.

Durante su carrera profesional, dice haber hecho todo lo que quiso: jugar al fútbol sin dormir “como si nada hubiera pasado”, ganar los partidos “cuando quería” y, si cuadraba, tomar una copita de alcohol la noche antes de saltar a la cancha. De nada de eso se arrepiente.

Su vida sigue ligada al fútbol, solo que ahora desde un rol en el que nunca había estado antes: es ojeador de futbolistas uruguayos para el equipo español Cádiz C.F..

Previo a atender el teléfono para conversar con Ovación, Silva miró de principio a fin el partido entre River y Defensor Sporting, por la sexta fecha del Torneo Intermedio que terminó en empate 1-1. A continuación, un resumen de la entrevista:

-¿Seguís siendo ojeador del Cádiz?

-Sí. Seguimos trabajando, de momento, a full en eso. Voy a cumplir tres años. Tengo que mirar toda la A y B del fútbol uruguayo para sacar conclusiones. Somos unos cuantos que trabajamos en eso, no soy yo solo.

-¿Vivís de eso?

-Sí, pero también de otras cosas que tengo. Gano de eso porque me gusta estar en este tema. La adrenalina que me provoca este tipo de trabajo es increíble. A veces los partidos no los puedo ni mirar porque me pongo demasiado nervioso. Soy una persona muy activa y en ocasiones quiero que los delanteros hagan lo que hacía yo.

-Recuerdo un reportaje que te hicieron en España hace unos años en el que te mostraban trabajando en una pizzería. ¿Qué pasó con eso?

-Yo tenía un porcentaje de esa pizzería y decidí trabajarla porque sabía que era la única persona que podía llevar más gente. Decidí estar ahí para aumentar un poco la clientela, durante un año y medio. Después seguí con mi (actual) trabajo.

-Ahí eras mozo, pero también repartías pedidos.

-Sí (risas), a veces faltaba el repartidor. Todo el mundo me conocía porque era en un barrio privado donde concentrábamos antes. El hotel está en el mismo lugar, entonces son seis manzanas llenas de casas al lado de playa. Íbamos a concentrar ahí y a la pizzería la conocí en esa época. No tenía problema de repartir pizzas o trabajar, no creo que le hiciera mal a nadie. Al contrario: a mí me gustaba. Y vendía más porque la gente pedía que se las llevara yo.

-¿De qué otras cosas trabajaste?

-De muchas cosas. Trabajo he tenido siempre. A los 16 años dejé el fútbol y me fui a laburar al campo. Estuve como un año y pico, después regresé. Aparte trabajaba con Cardozo, un hombre que sabía mucho de afinar lanas. Tenía carneros y me enseñó mucho. Me acuerdo que llevé tres terneros al Prado y saqué dos grandes campeones. Después regresé al pueblo y Gerardo González, un amigo, me invitó un fin de semana a la selección juvenil. Jugué, hice un par de goles y me entusiasmé otra vez.

Darío Silva tras el accidente. Foto: Archivo El País.
Sufrió un accidente automovilístico en 2006 que lo obligó a abandonar el fútbol. Foto: Archivo El País.

-¿Llegaste a entusiasmarte con la posibilidad de ser intendente de Rocha?

-Sí, estuve con el Partido Nacional, con el Cuqui (Luis Alberto Lacalle). Las estadísticas eran muy interesantes y me había entrado un gustito muy bonito y hermoso por algo que era muy difícil para mí.

En política "cuando tenías que hacer un relato, un poquito más, y te decían lo que debías de hacer o decirle" a la gente

¿Cómo es la vida de Darío Silva en Málaga?. Foto: Archivo El País
Darío Silvaexfutbolista, de 49 años

-¿Y por qué no seguiste?

-Porque me hubiese encantado ir más a los lugares humildes, hacer cosas que a mí me gustaban. Cuando tenías que hacer un relato, un poquito más, y te decían lo que debías de hacer o decirles. Eso me impresionó porque yo también tenía que mentirle a la gente y ese tipo de cosas me parecían muy bruscas.

-Jugaste más de 10 años en la selección uruguaya. ¿Cuál fue tu mejor momento?

-Cuando clasificamos al Mundial (de 2002). Físicamente estaba extraordinario y, sobre todo, en el tema psicológico. El último partido contra Australia creo que fue el más bonito de todos. Me podría haber ido de la selección unos días antes porque mi hija había tenido un accidente en España, pero, al saber que ella estaba bien, me concentré y dije: ‘Los voy a llevar al Mundial’. Dependía solamente de mí, porque yo sabía que estaba bien.

el dato

Selección uruguaya

Darío Silva jugó un total de 49 partidos con la Celeste y anotó 14 goles. Debutó a los 21 años.

Darío Silva en la selección uruguaya. Foto: Archivo El País.
Darío Silva en la selección uruguaya. Foto: Archivo El País.

-¿Y por qué Uruguay no clasificó a la segunda fase en ese Mundial?

-Porque cuando tenés una casa y la tenés en orden, como debe de ser, entrás y no tenés problemas. Pero cada vez que a nosotros nos citaban a la selección nos teníamos que pagar los pasajes. Teníamos que viajar en económica y sacábamos dinero de nuestro bolsillo para venir en business (clase ejecutiva,) tranquilos y relajados para afrontar cosas importantes. Ibas a la selección y te decían: ‘Muchachos, no hay premios, tenemos que arreglar’. ¿Por qué? Eso tenés que tenerlo desde un principio. Ahí ya comenzaba todo mal.

-¿Qué balance hacés de Víctor Púa?

-Creo que tuvo un pasaje muy importante en las selecciones juveniles. Estuvo a full y lo hizo bastante bien. Ahora, creo que le faltó un poquito de personalidad (en la mayor). Él venía de dirigir a jugadores juveniles y pasó a dirigirnos a nosotros, que veníamos de otros países. Fue un técnico con poco carácter y había futbolistas importantes que le manejaban el vestuario.

-¿Qué le faltó a Uruguay para clasificar al siguiente Mundial?

-Darío Silva. Yo se lo dije a (Jorge) Fossati: ‘No clasificaste al Mundial porque no me pusiste a mí’. Clarísimo. Y lo voy a decir toda la vida porque estaba en mi mejor momento. No había ninguno en la selección que tuviera el estado físico mío. Cómo me preparaba para la selección no está escrito. Ese tipo de cosas para mí eran muy importantes. Yo prefería jugar en la selección antes que jugar en mi equipo, y era un animal, una cosa impresionante. A mí me citaba el olor o el aliento de la gente uruguaya.

-Hace unos años, en una entrevista a Radio Marca, dijiste que Óscar Washington Tabárez era un “inútil” y que nunca le había ganado a nadie. ¿Lo seguís sosteniendo?

-Sigo diciendo lo mismo. En su momento, cuando estuvo en Boca, lo admiraba muchísimo y se lo dije. Lo único que digo siempre es que no podés tener un técnico para ganar una Copa América en 15 años. ¿De qué me estás hablando? ¿Yo te voy a tener en la escuela 40 años a vos hasta que pases sexto? No...

-¿Cómo lo ves a Uruguay desde la llegada de Diego Alonso a la dirección técnica?

-Me gusta mucho más. Te puedo llegar a decir que tenemos un 98% de posibilidades de salir campeones del mundo. Es espectacular; en lo que trabajo me doy cuenta que en muchos aspectos del juego somos superiores. Faltaba ser más dinámicos y que los delanteros nuestros tuvieran más oportunidades de gol. Vos no vas a tener a un (Edinson) Cavani y a un Luis Suárez con tres oportunidades por partido.

-Desde hace días está sobre la mesa la posible llegada de Suárez a Nacional. ¿Creés que hace bien si vuelve?

-Para lo que yo quiero, prefiero que Luis quede en Europa. Yo lo quiero tener al 150% para el Mundial.

Darío Silva en Peñarol. Foto: Archivo El País.
Darío Silva en Peñarol. Foto: Archivo El País.

-¿Te hubiera gustado volver a Peñarol? ¿Estuviste cerca?

-Sí. Tuve oportunidad de regresar, como también pude hacerlo con Nacional. El que más cerca estuvo fue Nacional. Quería jugar ahí, en primer lugar porque me daba lo mismo y soy una persona profesional, y segundo porque mi padre era hincha de ese equipo. Mi padre fue uno de los personajes que me inculcó el fútbol, entonces dije: ‘Por lo menos voy a intentar darle una victoria o ganarle un campeonato con Nacional’. Sobre todo porque siempre, hasta el último momento, me acompañó a todos lados. Yo dejé el fútbol justamente porque él se me iba. Si hubiera demorado un poco más en morirse, me hubiera gustado darle esa satisfacción.

"Yo quería jugar en Nacional"

Darío Silva en Peñarol. Foto: Archivo El País.
Darío SilvaAnotó 35 goles en 56 partidos con la camiseta de Peñarol. Fue máximo goleador del Uruguayo 1994, con 19 goles.

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