Enviados a Río de Janeiro, Brasil
Giorgian de Arrascaeta (29 años) está chocho en Río de Janeiro. No se quiere reconocer como un “Dios”, pero las calles cariocas demuestran todo lo contrario. Es el favorito del Flamengo, un equipo que se estima que tiene más de 40 millones de hinchas.

El Cocho, como lo apodan en la intimidad, está desde 2015 en Brasil y desde 2019 en el Mengao, donde ya ganó ocho títulos incluidas dos Copas Libertadores. Por la ciudad todos lucen orgullosamente la camiseta de “Arrasca”, como le dicen allá. Es el mejor 10 de todos en el país que por excelencia saca continuamente talentosos enganches.

Con la sencillez del mismo pibe que salió de Nuevo Berlín, en chancletas y con el short remangado tras un duro entrenamiento, recibió al equipo de Ovación en las instalaciones de Flamengo. Por momentos se sonrojó cuando se le preguntó por lo que genera en Brasil, habló desde el corazón y con algo de melancolía cuando analizó lo que le dejó el Mundial de Qatar y le brillaron los ojos cuando jugó en su mente con la posibilidad de ponerse algún día la camiseta del equipo de sus amores: Peñarol.

A continuación, un resumen de la charla con Giorgian de Arrascaeta:

- ¿Sos Dios acá o exagero? Es lo que se percibe en la calle.

- (Risas) No, la verdad es que soy muy querido por la gente acá fruto de todo lo que hemos vivido estos años y los títulos que hemos conquistado. Estoy muy feliz de estar acá.

- ¿Qué es Flamengo en tu vida?

- Es un club muy importante, sin dudas. Es donde más títulos he conseguido. La magnitud que tiene el club, son muy pasionales acá en Brasil. El flamenguista también está loco. Si vos ves Río la mayoría son hinchas de Flamengo. El hincha está loco. Le han puesto nombres a los hijos con los nombres nuestros. Es un orgullo y un privilegio para nosotros los jugadores.

Foto: Florencia Cruz.

- Ya ganaste todo en este club. ¿Qué motivación encontrás? ¿No te quita el sueño jugar en Europa?

- Obviamente que al estar en un club como Flamengo todos los años estás peleando por cosas importantes. Estamos en una liga que es muy competitiva y hay muchos equipos grandes. Personalmente uno tiene que estar fuerte para tener esa tensión de querer seguir conquistando cosas importantes. Obviamente que uno nunca sabe qué va a pasar. El fútbol es muy dinámico, pero te puedo decir que estoy bien en Flamengo. Estoy feliz. Las características de mi juego se adaptan de la mejor forma al fútbol brasileño. Uno nunca sabe qué puede venir para adelante, pero acá la verdad es que estoy muy bien.

- Y en Río también, ¿no?

- Sí (risas). Es una ciudad muy linda. En las horas libres podés disfrutar de muchas cosas y además tenemos a la familia cerca. Eso es importante también.

- ¿Cómo hacés con el ritmo tan exigente de Brasil? Te lo pregunto porque ahora se habla tanto con el caso Luis Suárez con los viajes, jugar cada tres días...

- Es un tema muy delicado en el fútbol brasileño. Para estar jugando en el alto nivel, intensamente, se hace difícil. Cada tres o cuatro días tenés que jugar partidos importantes. A eso tenés que sumarle viajes, concentraciones. Es un desgaste muy grande y eso te lleva también a tener muchas lesiones. Eso a veces impide que el equipo pueda jugar al 100%.

- ¿Qué me decís de la llegada de Lucho a Gremio? ¿Revolucionó todo en Brasil?

- Sin dudas, es un jugador de la élite mundial. Es muy querido acá en Brasil, no solo por la hinchada de Gremio. Es bien recibido en cada ciudad que le toca estar. He visto muchos videos y creo que para nosotros los uruguayos es un privilegio y un orgullo tenerlo acá jugando.

Foto: Florencia Cruz.

- Te llevo a la selección. ¿Viste a Uruguay en los dos primeros partidos de Marcelo Bielsa ante Nicaragua y Cuba? ¿Qué sensación te dejó?

- Sí, estuve mirando. Obviamente eran jugadores que no habían tenido minutos juntos y algunos chicos nuevos que les tocó debutar. Es importante saber que son tenidos en cuenta y que tienen que estar preparados para cuando les toque.

- ¿Ya tuviste algún contacto con Bielsa o alguien de su cuerpo técnico?

- Con los profes sí estamos hablando continuamente. Hay que estar preparado para lo que venga.

- Pasaron ya siete meses. ¿Qué balance hacés del Mundial de Qatar 2022?

- La sensación que nos quedó a todos es que el grupo pudo llegar mucho más lejos. En los mundiales no hay segundas chances. Nosotros estuvimos ahí, tal vez podríamos haber hecho las cosas mejor, pero no se nos dio.

- ¿Por qué jugaste tan poco en el Mundial?

- Fue un tema delicado. Yo venía ya en los últimos dos meses jugando con una lesión en Flamengo que me venía limitando un poco. Eso me llevó a llegar a Uruguay con lo justo. Hice muchos tratamientos para intentar llegar bien al Mundial. Al primer partido llegué un poco exigido, un poco justo. Tal vez por eso Diego (Alonso) no me tuvo en cuenta para arrancar. Después cuando estuve bien y 100% él me colocó y lo hice de la mejor forma.

- Asumo que obviamente querías jugar, ¿pero entendés la decisión de Alonso? ¿Era sensata?

- Sí, sin dudas que uno siempre quiere estar adentro de la cancha. Intenté prepararme de la mejor forma y Diego tal vez entendió que no era el momento de empezar. Lo respeté porque también tenemos jugadores de mucha calidad.

Foto: Florencia Cruz.

- A tu regreso del Mundial, al igual que otros referentes de la selección, bancaste a Alonso. ¿Te hubiese gustado que siguiera?

- Sí. Es un entrenador con mucho potencial. Hasta la Eliminatoria veníamos mostrando una cara de un equipo más ofensivo, más protagonista, que no fue lo que nos pasó en los primeros partidos del Mundial. Eso de depender quién arranca jugando, quién no, los rivales que te enfrentás... Es un entrenador que, cuando estuve bien, me dio la confianza de poder jugar.

- ¿Volviste a hablar con el Tornado?

- No, después del Mundial no volví a tener contacto.

- ¿Te sorprendió que la AUF haya ido por Bielsa?

- Es un entrenador de élite. La selección uruguaya necesita tener entrenadores de mucha calidad porque por el grupo de jugadores es una de las mejores selecciones para poder conquistar cosas importantes. Tenemos jugadores de mucha calidad y otros que están saliendo técnica y físicamente muy buenos. Tenemos que aprovecharlo.

- Bielsa siempre se caracterizó por jugar sin enganche en sus equipos. En Argentina está el recordado caso cuando en 2002 no llevó a Juan Román Riquelme al Mundial. ¿No te preocupa eso?

- Sinceramente nosotros tenemos que adecuarnos a lo que el entrenador nos pida, pero también he visto que el entrenador también se tiene que adecuar a los jugadores que tiene. Yo sinceramente intentaré hacer lo mejor y lo que me pidan desde donde me toque.

- Con el maestro Tabárez en algún pasaje lo hiciste. ¿Estarías dispuesto a jugar de doble cinco en la selección?

- (Risas) Tenemos jugadores de mucha calidad en el medio así que veremos lo que viene por delante.

- Pensando ya en tu futuro. ¿En cuántos años te imaginás volviendo a Uruguay? Ya no sos aquel pibe que arrancó, hoy sos uno de los referentes de la selección.

Foto: Florencia Cruz.

- (Piensa) Sin dudas, a veces hablo con los compañeros y ya son nueve años que llevo en Brasil. Pasó mucho tiempo. Me siento muy bien físicamente. Como ya lo dije, cuando llegue el día y me toque el sueño de jugar en Peñarol me gustaría estar bien y al 100%. No te puedo decir si será dentro de dos años o tres. La verdad es que hoy estoy bien y tengo un contrato largo.

- Vos mismo sacás el tema de Peñarol. ¿Estás en contacto con algún dirigente?

- Sí, tengo una buena relación con (Ignacio) Ruglio. Tenemos una muy buena relación desde que nos enfrentamos en la Copa Libertadores 2019. Mi familia pudo ir al estadio (Campeón del Siglo) y ver el partido. Soy hincha de Peñarol desde chiquito. Siempre estábamos mirando al Tony Pacheco y toda esa generación que logró cosas importantes. Es un sueño que tengo y espero poderlo cumplir.

- ¿Te imaginás una vuelta corta como la de Suárez en Nacional o ya un proyecto a largo plazo?

- Dejemos que se dé naturalmente. Cuando las cosas son forzadas no salen como uno quiere, esperemos que en el momento determinado llegue y que pueda rendir cuando esté allá.