Año tras año estas fechas son muy especiales. Son días de repasar lo ocurrido desde el lejano enero al presente y de vivir momentos especiales en familia y las fiestas de 2023 serán más que especiales para Mario García que, por un año, se alejará de ella.
El motivo, por suerte para él, es más que positivo porque se trata de que cumplirá un sueño: el de ir a jugar al fútbol europeo.
En los primeros días del 2024 ya lo esperan en el Viejo Continente donde va a vestir la camiseta del Sheriff Tiraspol, ese equipo que “no tiene país”. Es que el equipo es campeón de Moldavia pero pertenece a la república de Transnistria, no reconocida por la comunidad internacional, en un territorio enclavado entre Ucrania y Moldavia.
En la liga de este último país ganó 18 de las últimas 20 que jugó y rumbo allí va el volante que en 2023 defendió a Progreso con el que logró el ascenso directo a la Segunda División tras finalizar solamente por detrás de Miramar Misiones.
“El interés arrancó en octubre y me dijeron que estaba la posibilidad de irme a un club de Europa y después pasó el tiempo y me confirmaron que era de Moldavia y que el club era el Sheriff”, le cuenta a Ovación el futbolista que trabaja junto al representante Sebastián Revetria.
García no ocultó que cuando le informaron cuál era el cuadro que estaba tras sus pasos lo tuvo que googlear, pero de todas maneras confía que algo conocía porque fue noticia en setiembre de 2021 cuando en el mítico Santiago Bernabeu hizo historia tras vencer 2-1 a un Real Madrid que, por ejemplo, tenía a Federico Valverde en el equipo.
“Lo busqué todo, el país, el club y está bueno porque siempre se mete en copas internacionales”, sostiene García quien considera “una locura estar hablando de esos torneos”. “No me lo imaginaba y fue increíble cuando me mandaron el contrato y que hable de Champions League o Europa League. Sabía que podía mejorar deportivamente porque hicimos un año muy bueno en Progreso tanto yo como mis compañeros y sabía que algún sondeo podía haber, pero no de esta magnitud”, admite.
Con el Gaucho del Pantanoso disputó 29 partidos y 23 de ellos como titular, anotando cuatro goles, lo que también marcó que fuera su temporada con más festejos desde que debutó en Cerro en 2020. El volante central, más allá de hacer su aporte en la marca, también se caracteriza por el buen pie y admite que en Sheriff se puede esperar “dinámica, actitud, que no va a faltar, y técnica, que son un poco de mis características”.
Pero un hecho que no puede pasar desapercibido es que Mario García logró los que pocos consiguen: pasar de un equipo de Segunda División directamente al fútbol europeo. “Es un gran salto que se dio como si nada y veremos qué pasa. Cuando se lo cuento a la gente no lo pueden creer”, sostiene.
También sabe que en Moldavia lo esperará otra realidad. “Hay un par de colombianos y brasileños, pero el técnico es ucraniano. Con ellos me tendré que juntar y conversaremos un poco, porque con el tema del idioma se va a complicar, pero pasará a segundo plano y de a poco me tendré que ir acomodando”, agrega quien en un principio viajará solo, pero que luego estará acompañado de su novia con la que van a vivir “esta nueva aventura”.
El futbolista de 24 años, criado en el barrio Carrasco Norte de Montevideo, pasó por Cerro, club con el que debutó en Primera División para luego vivir una temporada en Rentistas y dos en Progreso, donde en Segunda le valió el tan ansiado pase al exterior.
“Sé a qué clase de equipo voy a ir. Siento que estoy más que preparado para estar en el grupo y hacer lo que me pidan, obvio que voy con la intención de aprender muchísimo de lo que me brinden ahí y es un equipo que me va a exigir a morir y va a exprimir mi máximo potencial y para eso estamos: ir superando pruebas día a día”, sentencia.
García viaja a Europa tras depositar a Progreso en la Primera División y con la ilusión de que su contrato en Sheriff se puede extender dos años más.