Enviados a Miami - Estados Unidos
Jeison Miranda vio en redes que Uruguay se iba a hospedar en el PGA National Resort y se acercó con un objetivo: conseguir la firma de Federico Valverde para tatuársela. Esperó a la salida hacia el entrenamiento, lo vio salir, le contó sus intenciones y el Pajarito cumplió.
Diego vive hace 22 años en Estados Unidos y su ídolo es Luis Suárez. Pasó una semana buscándolo y este jueves, tras el entrenamiento en la FIU, consiguió la firma en su pierna y pocas horas después se la tatuó.
Son varios los hinchas que se han acercado con ese objetivo pero no todos lo lograron. El caso de Diego, que consiguió la firma del Pistolero, era particular porque estaba tan convencido que planeaba llevar al tatuador al FIU y tatuarse en el momento.
Llegó a Estados Unidos en 2002 y nunca volvió. Esta va a ser la primera vez que vea a la selección en persona gracias al regalo del Día del Padre, que fue el pasado domingo en Estados Unidos, que le hizo su pareja: tickets para el partido ante Panamá.
“Vine para que Luis me firmara, lo paré y le pedí y él fue un crack, me firmó la camiseta y nos sacamos una foto”, contó Diego a Ovación. La tarea no fue sencilla ya que en la zona en la que estaba había otros fanáticos esperando al Pistolero.
Diego llamó su atención, le explicó la situación y levantó su pierna izquierda por encima de la valla. “Para Diego”, escribió el 9, junto con su firma.
“Siempre lo quise ver jugar y ahora voy a poder verlo y con la Celeste. Mi idea era venir con el tatuador que es chileno y también fanático pero se le complicó, por lo que ya me voy para su casa de tatuajes”, agregó. Unas horas después de terminado el entrenamiento envió la foto. “Dolió un poco pero claro que valió la pena”, dijo.
La historia de Jeison es distinta. Es de Honduras, fanático del Real Madrid y del Pajarito. Vive en Fort Lauderdale, cercano a Palm Beach, y aprovechó la estadía de la selección en esa ciudad para cumplir un sueño.
“Siempre he tenido en mente que si lo conocía me lo iba a tatuar y se cumplió”, contó a Ovación. Espero la salida de los jugadores hacia la práctica con la camiseta 15 de la Celeste puesta. Valverde lo vio y frenó por lo que él le contó sus intenciones. “Le dije que me firmara que me iba a tatuar, me preguntó si estaba seguro y le dije que sí”, relató.
Unos días después el hondureño hizo de la firma un tatuaje que, además, evalúa completar con un retrato del mediocampista. Su sueño ahora es que el volante se entere del homenaje que le ha hecho.
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