La organización de los torneos locales por una organización especial, más o menos autónoma de la federación nacional, se está volviendo tendencia en el fútbol sudamericano, aunque las situaciones son diferentes en cada país.

Estas ligas profesionales apenas no existen en Uruguay y Paraguay. En Brasil todavía no funcionan, pero se preparan dos organizacioes de clubes enfrentadas entre sí para entrar en acción en 2025. El antecedente más antiguo es del de Colombia, donde la Dimayor funciona desde 1948. Este es un rápido viaje por un tema detrás del cual está el jugoso negocio de los derechos comerciales y de televisión.

La Liga Profesional de Fútbol (LPF), integrada por los clubes de Primera División, es un órgano interno de la AFA, al tal punto que su presidente Claudio Tapia también preside la LPF. Sin embargo, funcionan en sedes diferentes. Fue creada en mayo de 2020 tras la desaparición de la Superliga, un intento de los clubes por fuera de la AFA que en su momento originó grandes controversias.

La LPF tiene según sus estatutos la “competencia exclusiva” de la organización de la Primera División, así como “la más amplia explotación comercial” de la misma. Esto incluye la gestión, comercialización y distribución de los derechos sobre los contenidos audiovisuales locales e internacionales de las competiciones de la “A”.

LUIS ROBAYO

Cuando se creó la LPF, la AFA ya había comercializado los derechos de televisión por mitades a las corporaciones estadounidenses Disney y Turner. Hace poco se anunció que el acuerdo con Disney se había extendido hasta 2030 y se estimaba que lo mismo ocurriría con Turner. No se informaron los montos.

Los ingresos por derechos audiovisuales se reparten así: 50% en partes iguales entre todos los clubes, 25% en base al mérito deportivo y el restante 25% por la participación de cada club en la generación de recursos, según el índice de medición de las transmisioes de sus partidos.

La situación es confusa y polémica, pues existen dos asociaciones de clubes paralelas, pero ninguna ha generado todavía efectos prácticos en tanto los derechos de televisión pertenecen a Globo hasta 2024 por 425 millones de dólares.

Por un lado funciona la Liga de Clubes do Brasil (Libra), formada en mayo de 2022 por siete equipos, entre ellos Flamengo, Corinthians y Palmeiras, a los cuales han sido sumándose otros hasta llegar a 18 miembros, con la mayoría de los considerados grandes.

Debido a divergencias en torno a la venta de derechos y especialmente el reparto de los ingresos, en junio del mismo año un grupo de 25 clubes de primera y segunda división creó la Liga Forte de Futebol do Brasil.

Cada organización tiene sus autoridades, sus abogados y sus contactos con potenciales inversores. Las divergencias se mantienen, por lo cual podría darse que a partir de 2025 dos asociaciones de clubes negocien por separado los derechos audiovisuales, en tanto los campeonatos seguirán siendo organizados por la Confederación Brasileña de Fútbol como hasta ahora.

Por ley, los clubes son libres para vender los derechos de los partidos que juegan como locales.

Entre 1977 y 2018 existió una asociación civil encargada del manejo del campeonato de primera división, la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB), que si bien tenía su contrato con la Federación Boliviana de Fútbol, se manejaba con autonomía.

Tras la disolución de esta Liga en 2018, la Federación creó su División Profesional para gestionar los torneos locales, lo que incluye la explotación comercial y la venta de derechos audiovisuales. La medida se tomó en un momento de crisis del fútbol local tras una sanción de la FIFA que quitó puntos a su seleccionado en las eliminatorias para el Mundial 2018.

Los derechos de TV fueron vendidos a una empresa de telefonía móvil, Millicom, por 48,6 millones de dólares para el período 2021-2024.

El fútbol colombiano fue el primero que adoptó la estructura de una liga separada de la federación, pues la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) data de junio de 1948. Es la encargada de organizar y administrar los torneos profesionales masculino y femenino. Depende de la Federación Colombiana de Fútbol (1924) y comparte su sede en Bogotá.

La Dimayor vendió en 2012 los derechos de televisión por 10 años a la empresa Win Sports por US$ 35 millones anuales. El acuerdo fue luego renegociado hasta 2026, aunque no trascendió el monto. Además, en 2019 se comercializaron los derechos para trasmitir los torneos locales en el exterior al fondo de inversión estadounidense Pruden Corportate Finance, a cambio de US$ 50 millones.

Foto: @nacionaloficial.

Los campeonatos profesionales chilenos están organizados por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), una organización de derecho privado pero que forma parte de la Federación de Fútbol de Chile y comparte la sede con esta. En tal sentido, maneja la Primera División, la Primera B y la Segunda División Profesional, con 44 clubes asociados en total.

Esta estructura siempre fue tradicional en Chile, desde la instauración del fútbol rentado en el país en la década de 1930, aunque los organismos rectores tuvieron diferentes denominaciones y estructuras. La ANFP fue creada en 1987.

En 2017 el Concejo de Presidentes de la ANFP aprobó la venta de derechos televisivos de los torneos de Primera División y Primera B a la cadena Turner, un acuerdo que comenzó a regir a partir de diciembre de 2020 y se extenderá por 15 años a cambio de un total de US$ 2.344 millones. Hace poco tiempo los clubes proyectaron comercializar los partidos en el exterior, pero Turner advirtió que eso ya estaba incluido en su contrato.

El dinero se distribuye de la siguiente manera: 25% para los tres clubes grandes (Colo Colo 9,5%, Universidad de Chile 8,6% y Universidad Católica 6,9%); 49,4% para el resto de los equipos de Primera y 25,6% para la Primera B.

Después de muchos intentos, que se iniciaron en la década de 1970, los 24 clubes profesionales ecuatorianos crearon en 2018 la Liga Profesional de Fútbol, conocida comercialmente como LigaPro o por sus siglas LPFE. Forma parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol aunque tiene personalidad jurídica y sedes propias y goza de autonomía para su funcionamiento.

Su cometido es organizar los torneos de la Serie A y la Serie B locales, así como comercializar los derechos audiovisuales. En 2017 estos derechos fueron vendidos por diez años a la firma Gol TV, de Paco Casal, por 276 millones de dólares. El acuerdo originó controversias, porque el Estado ecuatoriano denunció que se trataba de un monopolio en favor de esta empresa.

Toda la gestión de los torneos locales pertenece a la Asociación Paraguaya de Fútbol.

La Federación Peruana de Fútbol (FPF) creó en 2018 la Comisión Organizadora de Competiciones, con la función de gestionar, organizar y operar la competición oficial del fútbol profesional local, que pasó a llamarse Liga de Fútbol Profesional a partir del 1 de enero del 2019.

La decisión, según un comunicado de la Federación “es el resultado de un análisis realizado en conjunto con FIFA, quienes recomendaron que la Liga sea operada por la FPF temporalmente. Las recomendaciones realizadas por el ente rector del fútbol a nivel mundial incluyen el desarrollo de un plan con visión a 10 años indicando los hitos necesarios para el traspaso de la Liga a los clubes, la designación de una nueva estructura organizacional, la importancia de establecer un nuevo fixture y modelo del torneo de Primera y Segunda División”.

Entre los cometidos de esta Comisión figura “la optimización del proceso de comercialización de la industria del fútbol”.

La Primera División de Venezuela es organizada por una organización denominada Liga FUTVE bajo la supervisión de la Federación Venezolana de Fútbol.