Redacción El País
El contexto le dio la épica ideal. Lluvia, emoción, siete goles y tres de ellos en los últimos 10 minutos. Si a todo eso se le suma que estamos hablando de una semifinal de Copa Argentina, el entorno mejora todavía más.
De un lado Boca Juniors y del otro Vélez Sarsfield. Un equipo que busca empezar a rearmarse con Fernando Gago ante el Fortín que está fuerte, lidera la Liga Profesional y ahora también es finalista de este certamen porque le ganó 4-3 al Xeneize.
Para llegar a ese resultado pasó mucho y aunque todo hacía indicar que lo que ocurría era positivo para uno, el viento soplaba y cambiaba la dirección de la suerte y los jugadores pueden dar fe de ello.
La noche comenzó de forma inmejorable para Vélez. El equipo de Gustavo Quintero se puso arriba a los 7 por gol de Francisco Pizzini y estiró la ventaja a los 20 por un gol en contra de Nicolás Figal. El Fortín dominaba marcador y resultado, pero apareció el viejo "gol psicológico", ese que llega sobre el final del primer tiempo.
Y si un jugador sabe de goles psicológicos es Edinson Cavani que tiene muchos de esos en su carrera y esta vez lo marcó tras asistencia de Marcelo Saracchi, titular en el lateral izquierdo. A pesar de esta abajo, la distancia corta ilusionó a los de Gago que se vieron golpeados en el inicio del complemento.
Segunda amarilla para Luis Advíncula y a remar el juego con 10 futbolistas. Lo hizo y tanto que lo terminó dando vuelta. Exequiel Zeballos lo empató a los 70' y a los 80' Tomás Belmonte puso en ventaja al Xeneize.
Pero, obligado por el marcador, Velez fue. Michael Santos bajó una pelota dentro del área a los 85' y a Agustín Bouzat la cambió por gol, lo mismo que hizo cinco minutos, pero con un centro desde la derecha para poner así su doblete.
Victoria agónica, pero victoria al fin para Velez que sigue vivo en los dos torneos y que ahora se enfrentará a Central Córdoba en la gran final de la Copa Argentina.