Enviados a Miami - Estados Unidos
Las primeras imágenes que se vieron en las afueras del Hard Rock Stadium, donde se jugaba la final de la Copa América, sorprendieron, pero a medida que fueron pasando los minutos la sorpresa se convirtió en una mezcla de impotencia y locura.
Lo que iba a ser una fiesta futbolística entre Argentina y Colombia que definían la Copa América, terminó dando la vuelta al mundo por las aberrantes imágenes de hinchas que se colaban por las puertas de ingreso sin entradas, empujones y golpes, incluso, a niños.
Pero más allá de lo ocurrido en la previa, el partido inició y en ese momento hubo muchos hinchas que se encontraron con su boleto en la mano, pero fuera del escenario deportivo, sin poder creerlo.
Una vez que Raphael Claus marcó el inicio del encuentro, las puertas se cerraron y no se volvieron a abrir mientras muchos aguardaban por su oportunidad. En realidad, sí se abrieron pero para que la policía saque de adentro del Hard Rock Stadium a hinchas que no tenían entrada.
Una imagen que se repitió en las afueras del estadio fue la de niños con lágrimas en sus ojos, ilusionados de ver una final a la que no pudieron ingresar, a pesar de que sus familias tenían entradas.
Esto llevó a que muchos se quedaran observando el partido en las pantallas de sus celulares o incluso hubo miles de hinchas que se acercaron a la pantalla gigante con la que cuenta una de las tribunas del estadio para seguirlo entre food trucks y vallas que se habían caído en el caos de la previa.
Por momentos, grandes movimientos de hinchas se dirigen a las distintas puertas del Hard Rock Stadium, ante el hecho de que se corre la voz de que abrirán para el ingreso, pero eso nunca ocurre y otra vez la decepción los invade.