Una de las primeras polémicas de este Campeonato Uruguayo giró en torno a que Peñarol no se movía de dos canchas en particular: el Campeón del Siglo cuando le tocaba ser local y el Estadio Centenario de visitante. Un debate interminable para los equipos grandes y que viene de años anteriores.

El Carbonero jugó en su estadio en dos de las primeras cuatro fechas del Torneo Apertura, y en las dos restantes lo hizo en el Centenario: contra Cerro Largo y Rampla Juniors. Cuando Nacional a esa altura ya había salido a Belvedere y al Franzini.

Sin embargo, al equipo de Diego Aguirre finalmente le tocó salir y ha sabido revalidar su condición de líder con creces. La primera vez fue en la quinta fecha, cuando visitó a Racing en el Parque Viera, de donde se llevó los tres puntos gracias a un primer tiempo solvente, aunque sufrió un poco al final tras el descuento cervecero.

Después le tocó salir al Domingo Burgueño Miguel, adónde entró con un equipo alternativo y comenzó perdiendo ante Deportivo Maldonado, pero lo superó notablemente en el complemento cuando ingresaron sus figuras. Y el último fue el sábado pasado, cuando le tocó viajar de nuevo al interior para chocar con Boston River. Aguirre puso toda la carne en el asador para seguir sumando de a tres, y la diferencia en intensidad y jerarquía fue notoria. Lo ganó de principio a fin en el Campeones Olímpicos de Florida, para mantener la forma y defender su lugar en lo más alto de la tabla.

Son cinco partidos los que ya jugó Peñarol en condición de visitante en lo que va del Apertura y los ganó todos. Le restan tres: Liverpool en Belvedere por la fecha 11, Defensor Sporting en el Franzini dos fechas después, y Fénix en el Capurro en la última. Contra Progreso, su escolta, juega en el CDS en la penúltima.

La cuenta pendiente es por Copa Libertadores, donde perdió en Rosario y mañana tiene otro muy importante en Brasil, cuando choque contra el poderoso Atlético Mineiro.

Si bien el recambio por la competencia internacional y seguidilla de partidos puede afectarle, el líder está sólido y lo demuestra en todas las canchas.