FASE 2

Como un anciano sabio. Así salió a jugar Plaza Coloniael duelo ante un The Strongest ya experimentado en Copa Libertadores. Con una vocación ofensiva desde el primer minuto y las bandas como sector estratégico para hacerle daño al rival, el equipo de Espinel se plantó en campo rival y, a pesar de ser un debutante,le hizo sentir su jerarquía al elenco boliviano y lo derrotó 2-0.

El primer aviso llegó tras una jugada que Esteban Rodríguez inició desde la derecha y terminó por el centro con un remate potente. Y a los 19 minutos llegó el gol histórico de Juan Cruz Mascia, un eterno resiliente.

Sí, el mismo que se inició en Miramar Misiones y no pudo explotar en un grande como Nacional. Aquel que probó suerte en Wanderers, Quilmes, el Tanque Sisley y hasta en el NorthEast United de la liga de India, pero no logró la regularidad deseada en ninguno de esos clubes. Ese mismo protagonista, ahora revalorizado por toda su experiencia, termina siendo el héroe inesperado en una noche mágica para el Pata Blanca.

Desde el pitazo inicial ya era distinta, es cierto, porque un debut internacional no se cumple todos los días, pero el rendimiento de los de Espinel elevó la vara para cualquier otro que esté de estreno.

Corrían los 19‘ cuando el local se atrevió a desafiar la ley de los cabezazos en el área, no fueron dos, sino tres los que resultaron en el primer gol de Plaza, con el agregado de que la pincelada final se la terminó dando Mascia. que tuvo su jornada de inspiración. Todo parecía encaminarse cuando se fue expulsado Esparza tras una patada imprudente sobre el pecho de Barrandeguy, pero, por si fuera poco, a los 39‘ apareció otra vez la figura, definió con jerarquía su penal y puso el 2-0.

En el cierre del primer tiempo The Strongest creció con Amaral como líder futbolístico, que cuando pudo correr la cancha por el centro generó peligro a puro caño, gambeta y pase filtrado. Parecía raro, pero con 10 jugadores el equipo boliviano levantó su nivel. El inicio del complemento arrancó con polémica: a los 53‘ llegó un penal de Viscarra sobre Suhr que el árbitro no cobró estando de frente a la jugada y, en la acción siguiente, el juez se equivocó al concederle el penal a Dibble, que se tiró dentro del área tras sentir la marca de Amaral. ¿Y luego? Dibble la picó y le atajaron un tiro que, de concretarse, olía a punto de quiebre.

Pero todo lo contrario, estancó el juego del local y generó enojos en el rival. Luego se fue sustituido y se lo vio desconsolado en el banco de suplentes. Fue una típica noche de Copa: tuvo goles, rispideces, polémicas y errores, pero los patablanca podrán decir que debutaron con victoria y, sobre todo, buen fútbol.