TORNEO INTERMEDIO
El árbitro Pablo Giménez no estuvo fino en el Estadio Luis Franzini y falló en varias ocasiones, lo que generó protestas de ambos planteles.
El triunfo de Defensor Sporting fue tan claro como inobjetable, pero el partido tuvo varias jugadas polémicas en un arbitraje de Pablo Giménez que dará mucho que hablar.
Es que ni bien comenzó el encuentro, cuando apenas transcurrían 3 minutos, la pelota dio en la mano de Joaquín Piquerez en el área de Peñarol y el juez desestimó un claro penal a favor de Defensor Sporting que luego se iba a poner en ventaja a los 6’ con el tanto de Andrés Lamas.
De ahí en más el partido era todo de color violeta y a los 31’ Kevin Méndez sacó un zapatazo desde afuera del área que pegó en el horizontal y luego picó adentro del arco de Kevin Dawson. Todo Peñarol protestó que el balón no ingresó. El asistente Héctor Bergalo no dudó y corrió hacia la mitad de la cancha, decisión que fue avalada por Giménez.
Acaso ese fue de los pocos aciertos del árbitro de 43 años en un partido que no iba a descansar en cuanto a las polémicas porque a los 34’ y tras un córner desde la izquierda sobre el área violeta, rebotes y un remate de Luis Acevedo, la pelota dio en la mano de Diego Coelho y otra vez Giménez desestimó un penal, pero en esta ocasión para el mirasol.
Los jugadores aurinegros se le fueron encima al árbitro que tal vez debió amonestar a varios futbolistas carboneros por las protestas.
A los 43’, Agustín Álvarez Martínez y Alejandro González protagonizaron otra incidencia en la que los aurinegros reclamaron penal sobre el delantero juvenil que el árbitro desestimó.
En el complemento las jugadas polémicas no abandonaron el Estadio Luis Franzini porque a los 76’ Andrés Lamas y Matías Britos se trenzaron en el área violeta. Giménez no cobró nada a pesar de que los jugadores de Peñarol reclamaron penal.