SEGUNDA DIVISIÓN
El empate 0-0 de este jueves ante Racing sumado al triunfo 3-0 del juego de ida determinaron que el violeta se quedara con el tercer ascenso.
Defensor Sporting volvió a Primera División. El empate 0-0 de este jueves ante Racing, sumado al triunfo 3-0 logrado el pasado lunes en el partido de ida, le dio al violeta el tercer ascenso y con ello el rápido retorno al círculo de privilegio, que para los hinchas del equipo de Punta Carretas transcurrió a paso de tortuga.
Entre el fatídico domingo 28 de marzo de este mismo 2021 y este jueves 9 de diciembre pasaron 256 días, que equivalen a ocho meses, una semana y cuatro días. En la vida de una institución legendaria como Defensor Sporting no es nada, pero pareció una eternidad por todo lo que ocurrió en el medio.
Aquella noche en Melo, el empate sin goles ante Cerro Largo mandó al equipo violeta a Segunda División luego de 55 años. El mundo se vino abajo para un plantel dirigido por Eduardo Acevedo, pero luego de un tiempo de hacer el duelo se decidió levantar la cabeza nuevamente y hubo un compromiso de que ninguno de los referentes se marchaba con el afán de devolver el equipo rápidamente a Primera. Ni siquiera que su tradicional rival, Danubio, también había descendido mitigaba el dolor en el alma.
El grupo empezó a prepararse para afrontar una experiencia desconocida. Partía con el rótulo de favorito (al igual que Danubio y Cerro, otro histórico que los acompañó en la pérdida de categoría) y todo empezó bien, porque en las primeras cuatro fechas se mantuvo invicto (dos triunfos y dos empates), pero en la quinta llegó la primera caída. Fue ante Atenas (2-0) y a partir de allí todo se hizo cuesta arriba. Lo peor de todo es que los problemas no estaban solo en la cancha, sino también afuera.
Entre el descenso y la disputa del Campeonato Uruguayo de Segunda División había cambiado el presidente. Ney Castillo le había dado paso a Alberto Ward y enseguida hubo algunos choques de la nueva dirigencia con el técnico Acevedo. Eso se transmitió al vestuario, hubo algunas diferencias entre el plantel y funcionarios del club como el gerente deportivo Fernando Fadeuille. Hubo reuniones y todo quedó más o menos aclarado, pero como los resultados no llegaban con la celeridad buscada y el equipo perdía pie en la tabla, Acevedo fue cesado.
Un debutante y dos históricos
Albion como campeón de la Segunda División y Danubio como vicecampeón ya habían conseguido los dos primeros ascensos. En el caso del Pionero, hará su debut absoluto en Primera División desde el profesionalismo (1932) pese a ser uno de los cuatro clubes fundadores de la AUF en 1900 (los otros fueron el CURCC, Deutscher y Uruguay Athletic). La franja, por su parte, ganó cuatro veces el Uruguayo: 1989, 2004, 2007 y 2014. El tercero en subir fue Defensor Sporting, el que torció la historia al romper la hegemonía de los grandes en el profesionalismo en 1976, para repetir títulos luego en 1987, 1991 y 2008.
Asumió Leonel Rocco y llegó una serie de buenos resultados que encaminó al equipo en la senda correcta, pero bastó un par de traspiés para que aparecieran las diferencias. Un jugador separado del plantel (Kevin Méndez), discusiones con otros, acusaciones de parte del plantel de que integrantes del cuerpo técnico incitaban a la violencia, la decisión de no entrenar más si Rocco no se iba, la renuncia del entrenador y la decisión de la comisión directiva de separar del plantel a nueve futbolistas, casi todos ellos del riñón de Acevedo.
Se apostó a los valores de la casa y no solo en la cancha, sino también afuera, porque asumieron como dupla técnica Gerardo Miranda (leyenda del club) y Héctor "Samanta" Rodríguez, otro histórico. Con muchos futbolistas de la cantera, el violeta logró en los últimos tres partidos seis puntos que lo consolidaron en playoff por el tercer ascenso, venció en semifinales a Cerro luego de un triunfo 2-1 y una caída 1-0 (se decidió para el violeta porque hizo dos goles de visitante) y el ascenso prácticamente lo aseguró en la ida de la final con Racing al vencerlo 3-0.
El 0-0 de este jueves, con dos penales propios fallados incluidos (en realidad los atajó Rodrigo Odriozola a Álvaro Navarro a los 48' y a Agustín Sant'Anna) y otro de Racing en el minuto 95 (Gorocito lo lanzó afuera) valió el retorno a Primera luego de 256 días, que fueron pocos en la vida del club, pero eternos para los hinchas que desde el año próximo volverán a ilusionarse con pelear el título, ese que ganaron cuatro veces desde la anterior vez que habían bajado hasta la fatídica noche del 28 de marzo.