Redacción El País
Una curiosidad atraviesa la historia de los partidos entre Peñarol y Flamengo por un torneo continental: el ganador del duelo terminó siendo el campeón, pese a que nunca hubo una final entre ambos. Ocurrió con los aurinegros en la Copa Libertadores 1982 y con los rubronegros en la Mercosur 1999 y la Libertadores 2019.

Más allá del título final, el balance de los partidos favorece al club uruguayo, que ganó cuatro de los seis partidos disputados (incluyendo dos en el estadio Maracaná), en tanto el equipo brasileño se impuso en otro y el restante terminó en empate.

Se enfrentaron por el grupo semifinal, cuando el club carioca era defensor del título y contaba con cracks como Zico, Junior, Adilio y Nunes. Ambos vencieron a River argentino tanto de locales como de visitantes, por lo que el duelo directo definió el finalista.

El 19 de octubre, en el Estadio Centenario, Peñarol se impuso con un gol de cabeza de Ernesto Vargas, al cabo de un partido intenso y con muchas emociones. El 16 de noviembre, por la última fecha en Maracaná, también ganó el aurinegro, gracias a un golazo de tiro libre del brasileño Jair. Flamengo atacó con insistencia durante los 90 minutos –jugados bajo intensa lluvia– pero se encontró con una defensa bien plantada, en especial con una actuación extraordinaria del arquero Gustavo Fernández.

Foto: Archivo El País.

El equipo se completó con Víctor Diogo, Walter Olivera, Nelson Gutiérrez, Juan Vicente Morales; Mario Saralegui, Miguel Bossio, Jair; Ernesto Vargas, Fernando Morena y Walkir Silva. Luego ingresaron Ricardo Ortiz y Venancio Ramos. El técnico era Hugo Bagnulo.

Pocos días después Peñarol se consagró campeón de América al batir a Cobreloa en Santiago de Chile con gol de Fernando Morena.

La semifinal de aquella competencia de la Conmebol, ya desaparecida, que reunía a los equipos más populares y blasonados de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, volvió a encontrar al Mengao y al Manya. La llave ya casi quedó definida en la ida, el 25 de noviembre, cuando Flamengo ganó 3-0 en Maracaná, con conquistas de Leandro, Paulinho y Lé.

Peñarol ganó 3-2 la revancha el 9 de diciembre, pero la diferencia de goles clasificó finalistas a los brasileños. Pablo Bengoechea abrió el tanteador de tiro libre al final del primer tiempo, y el complemento estuvo lleno de alternativas: lo dio vuelta Flamengo con goles de Athirson de penal y Reinaldo, lo empató Martín García con remate corto y en la hora Bengoechea, de penal, estableció el resultado definitivo. El equipo aurinegro, dirigido por Julio Ribas, tuvo esa noche a Claudio Flores, Cafú, José Enrique de los Santos, Joe Bizera, Darío Rodríguez; Nicolás Rotundo, Pablo Bengoechea, Gabriel Cedrés, Antonio Pacheco; Walter Pandiani y Juan Carlos de Lima. Después entraron Marcelo Romero, José Cancela y Martín García.

Foto: Archivo El País.

Tras el pitazo final se registraron incidentes. Una discusión entre jugadores en la mitad de la cancha comenzó a calentar el ambiente. Otros se sumaron hasta que empezaron las corridas, los empujones y finalmente, golpes de puño y patadas, que corrieron a los brasileños hasta el túnel del vestuario. Varios futbolistas aurinegros recibieron sanciones por este hecho.

Flamengo se quedaría con el trofeo en la doble final ante Palmeiras.

La más cercana en el tiempo. Peñarol y Flamengo compartieron la serie inicial con Liga de Quito y San José de Oruro (Bolivia). El 3 de abril el aurinegro se trajo de Maracaná un resonante triunfo con un gol de Lucas Viatri casi en la hora. Lucas Hernández mandó el centro desde la izquierda, el delantero argentino ganó de arriba y con un cabezazo de pique al suelo venció al arquero Diego Alves. El equipo de aquel día: Kevin Dawson; Giovanni González, Fabricio Formiliano, Cristian Lema, Hernández; Cristian Rodríguez, Walter Gargano, Guzmán Pereira, Agustín Canobbio, Brian Rodríguez y Darwin Núñez. Luego entraron Rodrigo Rojo, Gastón Rodríguez y Viatri. El técnico era Diego López.

Foto: EFE.

Los resultados del grupo determinaron que para la revancha, en la última fecha, Peñarol debiera ganar para clasificarse a los octavos de final. Pese a su esfuerzo, el encuentro jugado el 8 de mayo en el Campeón del Siglo terminó 0 a 0. El equipo uruguayo sumó 10 puntos, los mismos que Flamengo y Liga, pero la diferencia de gol resultó fatal (tuvo +2, contra +4 del equipo ecuatoriano y +6 del brasileño).

Flamengo siguió adelante y resultó campeón de esa Libertadores, venciendo en la final de Lima a River.