Junio de 2022. Uruguay Sub 20 perdió 7-0 contra Brasil en un cuadrangular amistoso que se jugó en Espírito Santo (Brasil), en el comienzo de la preparación de la Celeste de cara al Sudamericano de la categoría. En ese partido, hubo nueve titulares que estuvieron en el Mundial en Argentina. Las críticas fueron muchas. Varias por el deporte de criticar, pues no tenían ni idea ni del momento ni del conocimiento de la situación para hablar.
Junio de 2023. Uruguay campeón del Mundial Sub 20 tras superar en la final a Italia 1-0, en un partido donde tácticamente, técnicamente y desde lo emocional la Celeste le pasó por arriba a la selección europea, más allá de que el marcador indique que fue solo por la mínima diferencia. Randall, Ponte, De Ritis, Díaz, Sosa, Cepillo, Abaldo, Ferrari y Duarte fueron titulares en ese 0-7 y ayer estuvieron en el plantel.
Uruguay supo atravesar todo tipo de adversidades en el camino al Mundial, y durante la competencia.
Después de realizar un estupendo Sudamericano, en el que quedó la espina de haber perdido la final contra Brasil, la Celeste hizo un Mundial espectacular de principio a fin, donde se adaptó a varias situaciones negativas, con un líder como Marcelo Broli que demostró, una vez más, que está llamado a grandes cosas en el mundo del fútbol.
Es que Broli es un técnico que tiene cosas de la vieja escuela. Cuando previo a la final le preguntaron qué le había dicho a sus jugadores para arengarlos antes de la semifinal con Israel, respondió que eso se le quedaba dentro suyo, que lo que se podía hacer público era lo que se había mostrado en las redes sociales de la selección. Humilde, trabajador y con las palabras justas, así se lo puede describir al DT.
Antes del Mundial Uruguay se desayunó de la noticia que no podría tener a Álvaro “Toro” Rodríguez. Luego se lesionaron Matías Abaldo y Andrés Ferrari, que habían empezado muy bien el Mundial. En su mejor momento, se desgarró Mateo Ponte. Luciano Rodríguez fue expulsado contra Gambia, y llamativamente recibió dos partidos de sanción.
Lejos de poner excusas -ni el DT ni el plantel hablaron de estas dificultades, sino que priorizaron pensar en las soluciones-, Uruguay superó todas esas adversidades y encontró soluciones. Y eso que en algún momento tenía más cambios por hacer que jugadores a poner.
La defensa fue un bastión, el arquero transmitió seguridad, Alan Matturro fue una fiera jugando como lateral, Rodrigo Chagas se adaptó a jugar fuera de puesto y responder, Anderson Duarte la rompió en el peor momento y en las fases decisivas y los referentes aparecieron en el partido más importante: Fabricio Díaz y Luciano Rodríguez fueron dos de las principales figuras que tuvo Uruguay en la final contra Italia.
Es fácil hablar hoy de las virtudes y fortalezas del equipo. Es que literalmente es el diario del lunes. Ese hecho no quita que haya que destacarlas: ¡Uruguay es campeón del mundo!