Del ensordecedor aliento a la explosión del final: el CDS se convirtió en un infierno y Peñarol se hizo gigante

El equipo de Diego Aguirre eliminó a Flamengo para meterse en las semifinales de la Copa Libertadores y contó con el apoyo de una hinchada que vibró dejando la garganta.

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Los hinchas de Peñarol en la Tribuna Cataldi del Estadio Campeón del Siglo ante Flamengo por Copa Libertadores.
Los hinchas de Peñarol en la Tribuna Cataldi del Estadio Campeón del Siglo ante Flamengo por Copa Libertadores.
Foto: Nicolás Pereyra.

Redacción El País
Más de 40.000 hinchas de Peñarol amanecieron hoy sin voz, pero con el corazón explotado de felicidad después de lo que vivieron anoche en el Estadio Campeón del Siglo, donde el Carbonero empató sin goles con Flamengo y se metió entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores después de 13 años.

Y la cancha fue una fiesta. Apenas pasado el mediodía, mucha gente empezó a congregarse en las afueras del escenario. Asado de por medio, algunas cervezas y muchos cánticos pintaban la escena de una previa que iba a ser más larga de lo común.

Las puertas del Campeón del Siglo se abrieron a las 15:30 y miles de fanáticos carboneros cumplieron a rajatabla una de las grandes recomendaciones que había hecho el club aurinegro: llegar temprano para evitar demoras y complicaciones en el ingreso.

Pasadas las 17:00, el primer anillo de la Tribuna José Pedro Damiani ya estaba repleto y esa gente se sumaba la que ya estaba instalada en la Cataldi, la Guelfi y en la Henderson.

Mientras la parcialidad de Flamengo ya estaba instalada en su lugar asignado en la Tribuna Cr. Gastón Guelfi, la de Peñarol comenzó a cantar, se dio un pequeño duelo de hinchadas pero conforme fueron pasando los minutos, el aliento de los locales predominó por completo.

Panorámica del Campeón del Siglo horas antes del partido entre Peñarol y Flamengo por Copa Libertadores.
Panorámica del Campeón del Siglo horas antes del partido entre Peñarol y Flamengo por Copa Libertadores.
Foto: Estefanía Leal | El País

La primera ovación fue para Washington Aguerre en el momento que salió a calentar junto a Guillermo de Amores. La segunda en el momento en el que salió el resto de plantel. Pero faltaba lo mejor.

Minutos antes de las 19:00, los equipos salieron a la cancha para jugar el partido, pero en ese momento, el Estadio Campeón del Siglo se convirtió en una verdadera caldera.

El ensordecedor aliento de los hinchas de Peñarol se mezcló con una catarata de fuegos artificiales y el clima de Copa Libertadores ya estaba por las nubes.

Es más, el encuentro comenzó tres minutos después de lo previsto debido a que no había visibilidad y además, porque un fanático Mirasol tenía un láser y hasta que no lo sacara de circulación el árbitro argentino Facundo Tello no iba a pitar.

Inferno encantador: así estaba el Campeón del Siglo para recibir a Peñarol y Flamengo por Libertadores
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Foto: Estefanía Leal | El País

Con el partido en marcha, el aliento estuvo siempre y por momentos fue ensordecedor. Cada pelota robada se festejó. Cada centro despejado se celebró y cada atajada de Aguerre se gritó como un gol. El hincha convirtió al Campeón del Siglo en un infierno y Peñarol sigue soñando con la Copa Libertadores.

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