Nacionallamentó este viernes la partida de otra figura histórica tras el fallecimiento del expresidente José Fuentesel pasado sábado. Se trata del abogadoVíctor Della Valle, quien también presidió el club (por un período de seis meses en 2006) y falleció a los 85 años de edad.

Recordado por una trayectoria histórica vinculada al fútbol uruguayo, que incluye, entre otros hitos, la fundación de El Tanque Sisley, el abogado protagonizó un episodio que los hinchas tricolores volvieron a poner sobre el tapete en las últimas horas.

Se remonta al Gran Parque Central y al año 2008. Entre una montonera de gente, ubicada en la Tribuna José María Delgado, Della Valle fue protagonista de una serie de cánticos contra Líber Prudente que se desencadenaron luego de que el árbitro decidiera suspender un partido contra Villa Española.

Esa tarde de domingo, el público ni siquiera tuvo la oportunidad de ver rodar la pelota, ya que la decisión del juez fue tajante: como el plantel de Nacional demoró en salir a la cancha, entendió que lo que correspondía era la suspensión.

Foto: Julio Barcelos

El ex dirigente fue consultado en ese entonces por Ovación y apuntó contra Prudente, a quien vio actuar con "poquísimo sentido común" porque no solo "le hizo perder" los puntos a su equipo, sino que "pudo provocar una tragedia".

Sin embargo, reconoció que "reglamentariamente" el fallo podía "estar correcto". Y en parte por eso, según su versión, lo que hizo fue pedirle a los hinchas que "por favor se fueran y que no armaran lío" porque les iban a "sacar los puntos" y "a suspender la cancha".

"Cómo voy a hacer eso. Tengo 50 años en el fútbol. Nunca lo hice en toda mi carrera", dijo respondiendo a las acusaciones que lo señalaban por haber entonado la arenga "¡No se va, Prudente no se va!".

Y en una línea similar también dio su justificación a El Observador: "Lo único que hice ahí fue tratar de evitar una masacre".

Días después, frente a la Asociación Uruguaya de Fútbol, hubo una manifestación convocada por los hinchas tricolores en reclamo al fallo. Della Valle sostuvo haberse enterado de la misma a través de la prensa y dijo, en su momento, que si se hacía pacíficamente estaba de acuerdo.

Foto: Archivo El País

Pese a tener una relación de compinche con Eduardo Ache, la renuncia del economista a la presidencia de Nacional generó varios cortocircuitos a posteriori.

Della Valle ocupó transitoriamente el cargo y meses después comenzaran a vislumbrarse las primeras diferencias en la interna tricolor de manera pública.

Al abogado le cayeron pesadas una declaraciones en las que el economista, como neutral de AUF, acusó firmemente a la empresa Tenfield de haberle pedido a su excompañero de fórmula que lo revocara del cargo. Luego, la tensión siguió con declaraciones cruzadas entre Ache y Alejandro Balbi, sobrino del fallecido dirigente y actual presidente del club.

A su vez, tomó estado público la pelea que Della Valle tuvo con Daniel Barreiro, quien fue secretario general de Nacional durante la segunda presidencia de Ache, y su distanciamiento con Ricardo Alarcón.

Sobre el primero, llegó a decir: "Era mi amigo… Pero, para que no les queden dudas: yo no puedo ser amigo de un traidor".

En tanto, al hablar del expresidente tricolor expresó: "Siento un gran respeto por Ricardo Alarcón, pero lo tengo muy claro: nunca fue ni será mi amigo. Con él trabajamos en la directiva de Nacional, fui uno de los que promoví su candidatura, pero no tenemos afinidad personal. Fuimos socios en el palco del Parque Central, nos veíamos, nos saludábamos, pero más nada".

Dentro de sus obras vinculadas al fútbol, Della Valle fundó El Tanque Sisley el 17 de marzo de 1955. Trabajó en la dirigencia durante más de tres décadas y ejerció como presidente durante 20 años. El estadio del equipo, ubicado en la zona de Carrasco Norte, lleva su nombre en forma de homenaje.

También trabajó como delegado de Nacional ante la Conmebol, como secretario general de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y como delegado al Congreso de FIFA en la Copa del Mundo de Italia 1990.