La Nación/GDA
Tras más de ocho horas de una audiencia a puertas cerradas, la Justicia tucumana ordenó el arresto domiciliario por 90 días para Brian Cufré, Abiel Osorio, José Florentín Bobadilla, tres de los cuatro futbolistas de Vélez acusados de haber abusado sexualmente a una joven periodista en Tucumán. Sebastián Sosa, el cuarto futbolista involucrado, no deberá cumplir con el mismo arresto y quedó en libertad. Tiene que abonar US$ 58.000. A su vez, no podrá salir del territorio argentino hasta el juicio oral al igual que los otros tres deportistas.
Pasadas las 13.30 de este miércoles y en presencia de los cuatro futbolistas, que estaban aprehendidos desde el lunes tras la declaración de la denunciante en Cámara Gesell, comenzó la audiencia donde la fiscal María Eugenia Posse expuso ante la jueza Eliana Gómez Moreira el caso y especificó qué se le imputa a cada uno de los jugadores del club porteño.
En su presentación, la fiscal delimitó las responsabilidades de los futbolistas de acuerdo con los roles que fijó en la imputación. A Cufré y Florentín los acusó del delito más grave: ser autores de abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas. En el caso de Sosa, quien se contactó por teléfono la víctima y que fue quien la invitó al hotel, para la fiscal le cabe la figura de partícipe secundario. Por último, al accionar de Osorio lo enmarcó en la figura legal de abuso sexual simple.
Luego fue el turno de los cuatro acusados que negaron haber abusado de la joven periodista tucumana el 2 de marzo pasado en el hotel Hilton de la capital provincial.
La audiencia se extendió en el tiempo ante el pedido de la fiscal de leer “fragmentos” de lo que declararon los diferentes testigos. Esto fue rechazado por las defensas de los jugadores con el argumento de parcialidad. Por ello, la magistrada dispuso que se leyeran íntegramente las declaraciones de los testigos. Este proceso demandó más de dos horas. Luego de eso, la fiscal solicitó la prisión preventiva, por tres meses, para los cuatro jugadores. A este pedido adhirió la querella.
En medio del hermetismo con el que se desarrolló la audiencia, en un breve contacto con la prensa, Iliana Bataglia, una de las abogadas defensoras de Abiel Osorio trató de despegar del caso a su defendido y aseguró que entre el jugador y la víctima “solo hubo unos besos”.
Además, según consignó La Gaceta, apuntó contra la denunciante: “Si se analizan las cámaras, se la puede ver que sale caminando normalmente y hasta cómo guarda una remera en la mochila que tenía puesta. En la Cámara Gesell dijo que en el Uber tenía miedo a morir, en teoría inconsciente. Señaló que también estaba así cuando le mandó los mensajes a Sosa”.
Para cerrar, la letrada explicó que Osorio estaba en la habitación 407 porque era la que le habían asignado para dormir junto a Sosa.
El relato de lo sucedido
El 6 de marzo pasado, la joven periodista deportiva se presentó con su abogada en una comisaría de San Miguel de Tucumán, donde vive, para denunciar lo sucedido. La chica contó que el sábado 2 de marzo estuvo en el estadio Monumental José Fierro, de la capital provincial, donde el local, Atlético Tucumán, enfrentó a Vélez por una nueva fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
Una vez finalizado el partido en un empate en cero, la periodista dijo que estaba en la “zona mixta” cuando algunos jugadores del equipo visitante, desde arriba del micro, le “empezaron a hacer caritas”. Relató que más tarde, alrededor de las 22, el arquero Sosa la invitó, a través de un mensaje en Instagram, a acercarse al Hotel Hilton, ubicado en la calle Piedras y Miguel Lillo, donde se hospedaba el plantel profesional del club porteño; al día siguiente regresarían a Buenos Aires.
Cuando la joven llegó a la habitación 407, pasadas las 0.30 del domingo, se encontró con el arquero uruguayo y con otros tres futbolistas –Cufré y Florentín Bobadilla, de 27 años, y Osorio, de 21–, con quienes compartió bebidas alcohólicas. Después de algunos tragos, la denunciante dijo que comenzó a sentirse mal, “muy mareada”, y que “se le apagaba la cabeza”, por lo que se recostó en una de las camas, “como adormecida”.
Fue entonces que “sin ningún consentimiento abusaron sexualmente” de ella, según consta en el texto de la primera denuncia que hizo la chica en sede policial ante la División de Delitos contra las Personas de la Policía de Tucumán.
Trascendió que en la audiencia de ayer las defensas presentarían como prueba un video de seguridad del hotel tucumano en el que se registraría que un quinto jugador de Vélez estuvo unos minutos, al menos, en la habitación donde ya había ingresado la denunciante. Los abogados que representan a los futbolistas consideran que esa evidencia expondría supuestas fallas en el relato de la víctima, ya que la mujer no habría hecho referencia a la presencia de un quinto hombre en ese cuarto.
Más allá de la situación judicial, Vélez suspendió los contratos de los cuatro imputados.