Redacción El País
En la última semana, dos muertes sacudieron al mundo del fútbol: la del sueco Sven-Göran Eriksson y la del uruguayo Juan Izquierdo y las muestras de cariño para la memoria de amigos y sus familias se vieron en todo el mundo: incluso en el Santiago Bernabéu del Real Madrid.

El exentrenador fue diagnosticado con un cáncer terminal a comienzos de año y su esperanza de vida era de algunos meses y, con mucha suerte, de un año; como él mismo se encargó de comunicar. Pese a su situación, el sueco no se quedó encerrado en su casa y pudo cumplir su sueño de dirigir al Liverpool en un partido amistosos que organizó la fundación del club. "Tuve una buena vida. Todos tenemos miedo del día en que muramos, pero la vida también tiene que ver con la muerte. Hay que aprender a aceptarla", dijo el entrenador en un adelanto de su documental Sven que se estrenará en Amazon Prime.

Un día después del deceso de Eriksson, el 27 de agosto, falleció Juan Izquierdo en Brasil luego de permanecer cinco días internado tras sufrir una arritmia que desencadenó en un paro cardíaco en el partido entre Nacional y Sao Paulo en el Morumbí por la Copa Libertadores. El defensor tenía 27 años y el cariño para sus seres queridos llegó desde todas partes del mundo.

Este domingo, por ejemplo, Real Madrid jugó ante Real Betis por LaLiga de España y el Santiago Bernabéu rindió un minuto de silencio en honor de ambos. "Descansen en paz", dijo al voz del estadio Merengue y fue el mensaje que pudo verse en las pantallas del recinto.