Con el descenso de Santos, por primera vez en su rica historia que sabe de copas Libertadores e Intercontinentales, crece la tendencia del Brasilerao: ni siquiera los grandes están libres de bajar a la segunda división.
En realidad, en este siglo la noticia del descenso de algún club grande en cualquier liga ya no causa el impacto de antes, cuando parecía desatar un terremoto. Eso ocurrió con River en Argentina: todo el país se estremeció cuando perdió la promoción ante Belgrano de Córdoba en 2011, pero al año siguiente regresó a Primera y enseguida recuperó su poderío, al punto que ganó la Copa Libertadores en 2015 y 2018.
En Brasil, desde 2001 se han registrado 15 descensos de equipos populares, algunos más de una vez. Ese año fue Fluminense. Y lo siguieron Palmeiras y Botafogo (2002), Atlético Mineiro (2005), Corinthians (2007), Vasco da Gama (2008), Palmeiras (2012), Botafogo (2014), Vasco (2015), Inter de Porto Alegre (2016), Cruzeiro (2019), Botafogo (2020), Vasco y Gremio (2021), a los que se suma ahora Santos, justo un año después del fallecimiento de su mayor figura, Pelé.
Sucede que por la vastedad de su territorio, en Brasil hay numerosos clubes considerados grandes. Y no todos responden con resultados a su popularidad, en una liga nacional exigente y competitiva. Una sola temporada mala cuesta el descenso.
El caso más emblemático (e increíble) es del Nuremberg, campeón de la Bundesliga alemana en 1968-69. Luego del título hizo una renovación del plantel tan desacertada que el equipo bajó en la temporada siguiente. La historia es más larga, pues hubo sospechas de sobornos a algunos de sus jugadores en los partidos decisivos, pero a los efectos de la estadística es un dato muy fuerte.
En América
Justamente, para evitar el síndrome del año negro, luego de los descensos de San Lorenzo en 1981 y Racing en 1983 la AFA estableció el sistema de promedios. Contando los puntos de más de una temporada se daban más oportunidades a los amenazados por el descenso. Esto no impidió que bajara River y luego lo hiciera Independiente en 2013.
En Colombia, la situación del América de Cali, varias veces finalista de la Libertadores, fue dramática. En 2011 perdió la categoría al caer por penales en la definición de la promoción ante Patriotas de Boyacá. Era el primer grande de Colombia en bajar. Y si bien la tendencia es que los poderosos que sufren la relegación vuelven a primera enseguida, América no pudo ascender hasta 2017.
En Europa
Peor le va al Hamburgo, campeón europeo de 1983 y uno de los equipos con más hinchas en Alemania. En su estadio había un reloj que marcaba el tiempo que llevaba el club en la primera categoría: llegó a 54 años, 261 días y 36 minutos. Y entonces fue que, luego de salvarse agónicamente en las temporadas previas, en 2018 se produjo su descenso a la Bundesliga 2, donde todavía permanece. El reloj fue eliminado del estadio, debe aclararse.
Atlético de Madrid, que ya había descendido una vez, volvió a sufrir el trago amargo en la temporada 1999-2000. Tuvo su peso en el mal rendimiento deportivo la inestabilidad institucional derivada de la imputación de varios delitos a su presidente Jesús Gil y Gil. Debió pasar dos temporadas en Segunda antes de regresar.
Juventus padeció su único descenso en 2006 como sanción, debido a los arreglos de partidos que solían hacer sus dirigentes durante las temporadas anteriores (incluso le quitaron dos títulos que había ganado). Fue el escándalo conocido como Calciopoli.
A otro grande de Italia también había tenido que bajar por asuntos turbios: fue el Milan en 1980, en el caso de los partidos trucados por apostadores clandestinos. Subió enseguida y volvió a retroceder en 1982, esta vez por plenos “méritos” deportivos.
Celtic: 133 años en la primera de Escocia
Celtic de Glasgow, campeón europeo en 1967, tiene el récord mundial de continuidad en la primera división de un país: son 133 años. Comparten la marca tres clubes del menos competitivo torneo de Irlanda del Norte: Cliftonville, Glenton y Linfield.
Rangers, el rival del Celtic, bajó por su deuda en 2012, luego de 122 años en primera.
El caso del Bayern Munich es especial: nunca descendió, pero estuvo dos años fuera de la Bundesliga. En 1963 se creó la liga nacional de Alemania, que hasta entonces disputaba su campeonato a través de ligas regionales. De la Oberliga Sur, donde jugaba el Bayern, accedieron cinco equipos según un ranking de puntos de las 12 temporadas anteriores. Y el equipo que hoy es dominador absoluto del fútbol germano quedó sexto en esa clasificación. En 1965 finalmente pudo acceder a la Bundesliga.
Los grandes que nunca bajaron son Real Madrid, Barcelona y Athletic Bilbao en España, PSG en Francia, Inter en Italia, Ajax, Feyenord y PSV en Holanda; Boca en Argentina, San Pablo y Flamengo en Brasil, Colo Colo en Chile, Olimpia y Cerro Porteño en Paraguay. Y también Peñarol y Nacional en Uruguay.
El deporte profesional de Estados Unidos no tiene descensos (ni ascensos): sus ligas son cerradas. Fue un formato establecido por el béisbol en el siglo XIX y que luego siguieron el básquet, el fútbol americano e incluso el fútbol. Lo mismo ocurre con la liga canadiense.
Los equipos, denominados franquicias, tienen asegurado su lugar en el torneo a través del tiempo, más allá de sus resultados, para que puedan asentarse económica y deportivamente.
Si aparece un nuevo equipo interesado en incorporarse a la liga, un proceso conocido como “expansión”, debe someterse a controles previos de viabilidad, sobre todo económica. Si su ingreso es aprobado, se suma a los equipos ya existentes.
La Premier cortó una costumbre histórica
Todos los clubes ingleses se fueron al descenso alguna vez en la larga historia de su liga, fundada en 1888. El único que siempre se había salvado era un tal Morecombe FC, que si bien siempre compitió lejos de la élite, nunca había perdido la categoría hasta 2023, cuando cayó desde la tercera división a la cuarta.
La transformación de la Primera División en la Premier League en 1992 cambió la costumbre: desde entonces los clubes grandes no han descendido, con la curiosa excepción del Manchester City, hoy dominador del torneo, que bajó en 1996 y 2001, antes del ingreso masivo de los petrodólares de los Emiratos Árabes.
Manchester United, por ejemplo, descendió cuatro veces, la última en 1973. Liverpool bajó dos veces entre fines del siglo XIX y principios del XX, luego se asentó en primera durante medio siglo pero volvió a bajar en 1954 y recién pudo volver a primera en 1962. Chelsea descendió seis veces, la última en 1988. Tottenham lo hizo cinco, la última en 1977. Arsenal es el equipo que permanece en el primer nivel desde hace más tiempo: la única vez que bajó fue en 1913.