Lo que alguna vez, hace muchos años, fue motivo de una conversa informal entre los entonces presidentes de Uruguay y Argentina, Tabaré Vázquez y Mauricio Macri, respectivamente, hoy está más cerca de ser una realidad. En palabras de Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, “la posibilidad es de un 60%”.
Que la candidatura Uruguay-Argentina-Paraguay-Chile sea sede del Mundial 2030 es el gran anhelo que tienen todos. Desde el mandatario de la Conmebol, el de la AUF, Ignacio Alonso; el de la AFA, Claudio Tapia, y hasta uno de los cancheros que cuida el césped del Centenario, que hace unos meses, en una visita guiada que presenció este periodista, le dio la bienvenida a un argentino que entró con la camiseta de su país puesta y le advirtió: “En unos años, nosotros vamos a estar unidos. Acordate”.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, también se abrazó a esta idea que en un inició construyó en su cabeza Vázquez, alguien que estaba en las antípodas suyas en términos políticos.
Pero hoy, con el patriotismo de lado, parece haber mancomunión entre todas las partes. La candidatura, que fue presentada oficialmente en febrero, ahora es analizada de cerca por la FIFA al tiempo que las autoridades locales dan señales para promocionar a Uruguay como sede, con el Estadio Centenario oficiando de plato principal.
Eso, al menos, fue lo que se vio ayer, jueves, en el típico desayuno que realiza mensualmente Búsqueda, que esta vez contó con una serie de peculiaridades. En primer lugar, la presencia de jerarcas relacionados al deporte y, en segundo, la temática abordada.
La renovación del Centenario fue el eje central que encabezó la hora de presentación. Se estudió cómo, se dijo de qué manera se haría y se pasó a mostrar un render de su remodelación con la primera proyección que ya está concebida en un formato de anteproyecto.
¿Es posible pensar en un estadio modelo, pero que mantenga, en esencia, todo su valor patrimonial? El arquitecto Martín Gómez Platero, a quien la empresa constructora Saceem le encargó un estudio, entiende que sí. Y lo plantea en estos términos: “Cuando tenés que poner en valor algo patrimonial no es haciendo cosas de la época de 1930, sino tomando cosas del siglo XXI que lo revaloricen”.
“Estamos frente a un estadio que es patrimonio mundial. Hay que mantener las cosas clave que lo hacen: desde la Torre de los Homenajes, su circunferencia, sus tribunas. Se buscó que mantuviera la fachada y, tomando en cuenta todo eso, tuvimos el desafío de generar (en un render) un estadio que tuviera las exigencias que tiene que tener para recibir un Mundial. Entonces, se pensó en bajar la cancha, en llevarlo hasta 80.000 personas en butacas; no en ‘asientitos’, además de todo lo que conlleva la parte exterior con sus accesos, evacuación, ingreso de delegaciones”, dijo a Ovación.
¿Cambios en la acústica del Centenario?
A la espera de que se conozcan otros detalles -como el presupuesto, la posibilidad de contar (o no) con aire acondicionado, la cantidad de personal requerido-, el arquitecto explicó otras líneas del anteproyecto. Se refirió al techado, que no se usaría como mera cuestión estética, sino que también cambiaría la acústica y cumpliría con la exigencia de FIFA. “El techo ya hace a la acústica distinto. Se va a notar”, soltó, dando a entender que es probable que el griterío se concentre y esté más "coordinado y controlado".
Toda esta reforma, que haría crecer a la Tribuna América para “empatarla” con la Olímpica, sería posible sí, y solo sí, el lugar se convierte en una “arena multiuso” que funcione como centro de eventos, con restaurante y otros servicios.
“Se seguirán manteniendo los anillos que hoy existen. Los taludes se convertirán en tribuna para abajo (al bajar la cancha). No tocamos más porque sino hacemos otro estadio”, matizó Gómez Platero.
-
FIFA puso nombre al Mundial 2030 y Uruguay se ilusiona; Conmebol y AUF mostraron cómo quedaría el Centenario
Peñarol mostró el enorme avance de la Ciudad Deportiva Néstor “Tito” Gonçalves: mirá el video
Nacional agotó las entradas para visitar a Liverpool en Belvedere; ¿cómo viene la venta de Peñarol con Cerro?