Miguel Méndez, especial para Ovación
Por Uruguay pasaron, pasan y pasarán muchos cracks pero hubo varios que no pudieron llegar. Estrellas argentinas, brasileras, paraguayas, bolivianas e incluso europeas estuvieron muy cerca (o al menos eso nos hicieron creer) de jugar acá. Estos son los 10 fichajes que pudieron haber cambiado la historia del fútbol uruguayo.
DIEGO MARADONA
Es bastante recordado que, a principios de 1997, Maradona estuvo cerca de llegar a Peñarol pero el Diego también estuvo en el radar de otros equipos uruguayos: Defensor Sporting y Paysandú Bella Vista.
En febrero de 1994 Defensor, a través de su dirigente Franz Oppenheimer, quiso tirar una balita por el argentino con una promesa que a él siempre lo seducía: jugar su primera Copa Libertadores, según cuenta Sebastián Chittadini en su libro, pero el rumor estuvo apenas menos de una semana en la prensa.
Cinco años después, con un Maradona ya retirado, en Paysandú comenzó a escucharse que el astro argentino estaba negociando con Bella Vista. De acuerdo a lo narrado en el libro Van Basten nunca conoció San José su familia ya había seleccionado la casa para vivir pero la ilusión sanducera se terminó rápido.
RONALDINHO
Durante enero de 2017 todos los nacionalófilos se ilusionaron con ver a Ronaldinho jugando en su club. Desde que se instaló el rumor en la prensa, todos los días se hablaba del tema. El presidente José Luis Rodríguez anunciaba que buscaba sponsors para pagar el contrato, el DT Martín Lasarte comentaba que sería un caso único y el volante Martín Ligüera avisaba que le daría la 10 sin dudarlo.
Los hinchas utilizaron un recurso que en su momento no pegó mucho pero que años más tarde sería tendencia mundial: instalar un hashtag. #DinhoANacional se leyó por varios lados. Pero pasaron los días y no se pudo concretar nada. Guillermo Pena, el delegado tricolor, le pidió a los fanáticos que “pensaran más en Liguerinha o Silverinha que en Ronaldinho”. Y el sueño acabó.
MARCO ETCHEVERRY
El Diablo fue uno de los futbolistas más importantes de Bolivia. Hacia fines de 1997, luego de finalizar su primera etapa en la MLS, pudo recalar en Uruguay. En tiempos de Liguillas integradas, Punta del Este jugaría por primera vez este torneo y su dirigente Jorge Suárez soñó en grande: quiso llevar a Etcheverry a que jugara el desaparecido torneo estival. Martín Tabeira, especialista en el fútbol fernandino, y William “Pato” Castro, jugador de ese plantel, le confirmaron el rumor a Ovación. Las razones de su no llegada, aparentemente, fueron administrativas: la AUF no le habilitó un período de pases especial a Punta del Este, que se quedó sin Diablo.
JOSÉ SATURNINO CARDOZO
En julio de 2006 el atacante paraguayo José Saturnino Cardozo tenía 35 años y hacía algunas semanas había finalizado su contrato con San Lorenzo. Con más de 230 goles en su haber la posibilidad entusiasmó a Peñarol, que necesitaba una buena noticia. La situación avanzó mucho: el delantero viajó a Uruguay, realizó la prueba médica y se reunió con Gregorio Pérez, el DT, y José Pedro Damiani, el presidente. Pensaba volver a su país con el contrato firmado pero esto no ocurrió. Casi 72 horas más tarde el club le envió, por fax, la propuesta formal pero ya era tarde: Cardozo se había cansado de tantas idas y vueltas y rechazó la propuesta. Se retiró unas semanas después.
CALUDIO CANIGGIA
Era otra la realidad de Bella Vista en 1999: se preparaba para jugar la Libertadores y se animó a soñar en grande: Rodolfo Echinope, su presidente, contactó al delantero. Caniggia no jugaba desde el año anterior, en Boca, y el Papal pensó en él. “Bella Vista apunta a hacer ruido. O por lo menos a que se lo conozca un poco más internacionalmente”, publicó por entonces El País. Una empresa se haría cargo de su contrato que sería por seis meses, únicamente para jugar la Copa. Pero casi no se avanzó, debido al poco interés mostrado por el jugador. Tampoco le hizo demasiada falta al club que ese año terminó entre los ocho mejores de América.
MARCELO MORENO MARTINS
A principios de este año Liverpool se interesó por el goleador histórico de la selección de Bolivia y, según se informó en su momento, se avanzó tanto que incluso algunos periodistas dieron como confirmada el pase. Al delantero le seducía la idea de venir a jugar la Libertadores y, además, en el país que él había elegido para jugar su último partido con la selección boliviana. Pero sus pretensiones económicas fueron muy elevadas para José Luis Palma: 500.000 dólares por seis meses. No llegó y en abril anunció su retiro.
HUGO ORLANDO GATTI
Fernando Morena asumió como DT de River Plate en 1989 y lo hizo con exigencias: contactó a Hugo Orlando Gatti, arquero con el que había compartido plantel en Boca. Con 44 años, Gatti se había ido del Xeneize el año anterior, luego de tener algunas actuaciones flojas. El Nando lo quiso y el rumor se difundió por la prensa aunque, según aseguran dirigentes Darseneros de ese entonces, nunca fue algo serio.
DIEGO MARADONA JR.
En 2016 River Plate jugaría su primera Libertadores y quiso sacudir el mercado: contactaron al hijo de Maradona quien, para alimentar los rumores, interactuó en Twitter con los periodistas que informaron sobre su posible llegada, y avisó que haría un asado de bienvenida. Maradona Jr, de 29 años, llevaba varias temporadas deambulando por el ascenso italiano. El presidente Renzo Gatto aceptó que hubo algún contacto con el jugador pero que se descartó rápidamente, sin llegar a hablar con el DT JR Carrasco. Maradona, siempre por Twitter, agradeció el interés: “#GraciasUruguay”. publicó. Y avisó que no se había olvidado del asado.
David Beckham
El carismático futbolista inglés pudo jugar un partido en Durazno F.C. Al menos eso era lo que pasaba por la cabeza de Gaby Álvarez, el manager argentino que tuvo el club durante unos meses de 2009. El relacionista público decía ser amigo de Beckham y de Victoria, su mujer. Aseguraba haberlo convencido de jugar un amistoso con el club duraznense, a quien prometió llenarlo de glamour. Nada de eso pasó y poco tiempo después Álvarez abandonó.
Marco Van Basten
En 2004 el empresario maragato Haroldo Marín armó en el amateur fútbol del interior un equipo de Galácticos: Fabián O’Neill, Rúben Paz, Danilo Baltierra, Julio De Souza y Alfonso Domínguez revolucionaron al Tito Borjas de San José. Con el sueño de ganar la Copa Nacional de Clubes de OFI, Marín se encargó de alimentar el rumor de que irían a buscar a Van Basten, el astro holandés que ya llevaba varios años sin jugar al fútbol. La noticia ilusionó a varios en la ciudad pero el tres veces ganador del Balón de Oro no llegó a cruzar el río Santa Lucía.
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