Redacción El País
Durante los últimos días el partido entre Peñarol y Rosario Central, por la última fecha de fase de grupos de la Copa Libertadores, estuvo bajo la mira por el operativo policial que se debía desarrollar tras los antecedentes del encuentro de ida.

Incidentes con hinchas de Peñarol que terminaron golpeados y hasta Maximiliano Olivera con un corte en su pómulo por una piedra que le arrojaron desde la tribuna, fue lo que más llamó la atención del juego que terminó con victoria por 1-0 del Canalla.

Un total de 1.110 efectivos policiales se vieron volcados en un operativo que comenzó en la madrugada del martes y que dispuso de varios controles en el traslado de los parciales argentinos.

En uno de ellos, la Policía encontró una gran cantidad de elementos prohibidos en los diferentes ómnibus que trasladaban a los hinchas de Rosario Central.

Entre las cosas que se incautaron se encontraba una gran cantidad de bebidas alcohólicas de distintos tipos y también un arma blanca, aunque lo que tal vez más llamó la atención fue una bolsa con piedras acompañado de una honda.

Cabe recordar que frente a los antecedentes de la primera fecha de la Copa Libertadores, la intención de Peñarol era no vender entradas a los hinchas de Rosario Central, pero presiones de Conmebol y AFA (Asociación de Fútbol Argentino) derivaron en que se pongan boletos para los simpatizantes rosarinos.