Cuando Peñarol fue a buscar a Diego Aguirre lo hizo pensando en un milagro que no ocurrió en 2023, pero también lo hizo planificando un 2024 en el que el club iba por un objetivo que se le venía negando hasta ayer: la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.

La Fiera, ya con el Campeonato Uruguayo consumado a favor de Liverpool, tragó la bronca y sin desesperarse en un período de pases en el que la institución no rompió el mercado, fue armando su plantel.

Comenzaron a llegar jugadores para reforzar un equipo que inevitablemente necesitaba una gran renovación y por supuesto, un golpe de timón bajo la conducción de Aguirre.

Y luego de un flojo comienzo en los amistosos de pretemporada que incluyó derrotas clásicas, la tranquilidad del entrenador inundó Los Aromos y el equipo arrancó la actividad oficial con todo.

Peñarol conquistó el Torneo Apertura a falta de dos fechas para el final y si bien quedó por el camino en semifinales de la Copa AUF Uruguay tras perder con el Montevideo City Torque, había un objetivo que estaba en la cabeza de todo el club: avanzar a octavos de la Copa Libertadores.

Foto: Estefanía Leal

Y la noche indicada era la de ayer. El panorama era tan claro como esperanzador. Al mirasol le servía un triunfo pero también un empate ante Rosario Central en el Campeón del Siglo para clasificarse como segundo en el Grupo G detrás de Atlético Mineiro, el líder.

Entradas agotadas, clima de fiesta, la hinchada alentando sin parar y los ojos puestos en el gran operativo de seguridad con los hinchas del canalla marcaron la escena en Montevideo.

Pero ni bien el chileno Piero Maza hizo sonar su silbato, el equipo de Diego Aguirre salió a imponer sus condiciones en casa.

Foto: Estefanía Leal

Peñarol arrancó con mucha intensidad, toques y presión, pero promediando la primera parte, eso se apagó y Central creció teniendo incluso un par de chances como para abrir el marcador, pero en el momento menos esperado, Pedro Milans conectó con Leonardo Fernández y el 8 dibujó una jugada fantástica que la cerró con un golazo para el 1-0.

Explotó el Campeón del Siglo. Explotó Diego Aguirre y el corazón del pueblo carbonero empezó a latir como nunca. Pero el mirasol sabía que había una cosa que no debía hacer: retroceder.

Foto: Estefanía Leal

Lo hizo y casi lo paga caro porque a los 65’ falló Javier Méndez en la salida, Campaz se hizo con la pelota, remató y Aguirre dio un rebote que conectó Agustín Módica para ponerle pimienta a un partido que el canalla lo tuvo para dar vuelta, pero en cancha estaba Leonardo Fernández, el crack que a los 82’ cerró otra gran jugada colectiva para poner el definitivo 2-1 del aurinegro.

Y quizá no haya sido la mejor presentación del carbonero en este semestre, pero en el partido que no podía fallar, el equipo no falló.

El Campeón del Siglo vivió otra espectacular noche de Copa Libertadores, el hincha disfrutó de un gran triunfo de Peñarol y por supuesto, del pasaje a octavos luego de 13 años. Todo eso de la mano de Diego Aguirre, el hombre que tiene todas las recetas del éxito.