Redacción El País
Peñarol cumplió los objetivos del primer semestre: se metió en los octavos de final de la Copa Libertadores y ganó con holgura el Torneo Apertura lo que le permite perfilarse de buena manera en la tabla anual del Campeonato Uruguayo. Diego Aguirre, su entrenador, analizó el momento del equipo aurinegro.

"Se nos dieron las cosas y logramos los dos objetivos que nos habíamos puesto. Esto se define a fin de año pero pudimos tener un buen comienzo. Hablamos de la tabla anual y se nos mezcla que tenemos que hacer un buen Intermedio, hay que intentar ganarlo. No tiene valor el torneo pero los puntos sí. No podes aflojar", manifestó Aguirre que analizó el sorteo de Libertadores y confesó cuáles eran los rivales que quería evitar.

"Nosotros hoy estamos bien, el equipo estuvo a la altura y respondió contra dos rivales durísimos (Atlético Mineiro y Rosario Central). Creo que hubiera estado bueno que fuera ahora pero no quiere decir que no estemos bien en agosto", dijo el entrenador, en el programa radial Todo Pelota de Radio Carve, sobre cuándo se jugarán los octavos de final anteun rival que el mirasol aún no conoce.

"Son todos difíciles y no hay ninguna duda pero que hay más difíciles, en la previa; a mí no me gusta jugar en la altura y no quería un equipo de La Paz y a Palmeiras lo veo más fuerte que el resto. Tampoco me hubiera gustado repetir con Atlético Mineiro. Ya le ganamos una vez pero son durísimos", dijo Aguirre que no enfrentará al Galo o al Verdao pero una de las posibilidades podría ser tener que viajar a Bolivia.

"Dentro de lo que puede ser si es Gremio o Huachipato, son los dos difíciles pero nos va a tocar uno de ellos o The Strongest", declaró el entrenador y manifestó cómo se da la conexión que tiene el equipo con la hinchada.

"La verdad que me gusta ver a Peñarol. Siento que los jugadores se entregan, que dan todo, que luchan, que están con confianza y son ganadores. Siento que Peñarol tiene que jugar así, es la forma de cómo se logra la conexión con la hinchada", concluyó el entrenador y destacó a algunos de sus dirigidos.

"Yo hablo de jugadores con compromiso, con hambre de ganar y convicción que dan todo. Eso es fundamental. Después hay jugadores con muy buenas condiciones, tenemos jugadores de mucha calidad. No te voy a hablar de Leo Fernández que es obvio pero Gastón Ramírez aportó cosas muy buenas y por nombres algunos Maxi Silveira y Leo Sequeira son también jugadores decisivos y muy comprometidos. Esa calidad de jugadores hizo que el equipo pudiera tener buenos resultados", confesó el entrenador de Peñarol y contó cómo sintió su vuelta al equipo.

Foto: Estefania Leal/Archivo El Pais

"Tal vez estoy con más experiencia, más grande y tal vez más sensible y dándole más valor a todo. Cuando no tenes las cosas les das valor y hoy me siento pleno. Tenía la necesidad de volver", manifestó Aguirre que analizó el último partido ante Fénix donde a Peñarol le costó bastante hacerse de los tres puntos.

"Yo era el primero que no estaba metido en el partido y se los dije (a los jugadores). Todavía estábamos penando en Rosario. Ganamos el partido sin patear al arco y está bueno eso porque el jugador se acostumbra a ganar. Fue tan grande la tensión que habíamos vivido. Que la primera parte del año fuera buena o mala dependía del partido con Rosario. Eso te hace aflojarte después. No podemos festejar en ningún momento", analizó el entrenador que sobre el mercado de pases fue bien contundente: "Hay alguno que se pueda sumar en concreto pero lo importante es mantener".

Sobre el final de la nota con Todo Pelota de Radio Carve, Diego Aguirre contestó a un viejo debate en Peñarol: si es más ídolo como jugador o como director técnico.

"Las dos cosas. Fue tremendo lo que viví como jugador, algo inolvidable. Pude nunca haber sido técnico de Peñarol y esa parte de la historia va a quedar para siempre. Capaz hoy hay mucha más comunicación, la gente tiene más fanatismo, por las redes y parecería que es más pero seguramente los de mi edad para arriba le dan más valor a lo que vivimos en el 87", contestó el entrenador aurinegro.

Foto: Estefania Leal/Archivo El Pais