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La llegada del Tornado revolucionó a la Celeste, que encontró a tiempo solidez defensiva, contundencia ofensiva y triunfos para mirar con optimismo el Mundial.
En noviembre de 2021 el Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, encabezado por Ignacio Alonso, tomó una decisión difícil: cesar a Oscar Tabárez y con ello cortar un proceso de 16 años que se había transformado en ejemplo para el mundo futbolístico. Se nombró a Diego Alonso y por entonces todo era incertidumbre. La clasificación a Catar 2022 pendía de un hilo, pero el Tornado revolucionó todo.
Tres partidos le bastaron al nuevo entrenador para asegurar el boleto a la Copa del Mundo. Fueron tres victorias ante Paraguay, Venezuela y Perú que valieron el pasaje a Catar y el último choque, con Chile en Santiago, se asumió para cumplir con el calendario, aunque Uruguay se lo tomó tan en serio que lo ganó. Con la victoria 3-0 de este jueves a la noche ante México en Estados Unidos el Tornado no solo mantuvo su invicto, sino que completó un pleno de cinco triunfos en cinco presentaciones.
Los números de Uruguay bajo la conducción de Alonso son infernales, porque ganó los 15 puntos que disputó, anotó 11 goles y solo recibió uno. La llegada del nuevo técnico revitalizó a futbolistas que parecían desganados, desorientados en el campo, malhumorados. Cambió la dinámica del equipo con decisiones valientes, aunque también arriesgadas. Sergio Rochet entró al arco, Ronald Araujo pasó a marcar la punta derecha, Mathías Olivera fue convocado para marcar la banda izquierda, Facundo Pellistri apareció como extremo titular; y todos respondieron de maravilla, contagiando incluso a los que parecían aletargados.
Estos son los cinco triunfos conseguidos por el Uruguay de Alonso:
- 1-0 a Paraguay en Asunción
- 4-1 a Venezuela en Montevideo
- 1-0 a Perú en Montevideo
- 2-0 a Chile en Santiago
- 3-0 a México en Estados Unidos
Uruguay se transformó en un equipo sólido en defensa (el único gol que le anotaron incluso fue por una pelota corta en la salida que dejó de cara al arco al delantero venezolano Josef Martínez cuando el partido ya estaba 4-0), contundente en ataque y productivo en puntos; es decir: el combo perfecto como para confiar en hacer otra buena Copa del Mundo.