Redacción El País
Diego Polenta encendió las alarmas de todo Nacional en el tramo final del partido contra River Plate en el Parque Saroldi. Bajo la lluvia y a contrarreloj, en busca del empate, el zaguero fue protagonista de un desenlace desafortunado que lo obligó a ser atendido en el hospital.

Iban 71 minutos de juego cuando se barrió limpiamente y le sacó la pelota al carrilero Juan Quintana, que involuntariamente le cortó la frente con un rodillazo. De inmediato entró la sanidad para vendarlo.

A pesar de la atención recibida, el capitán de Nacional —que este domingo le cedió la cinta a Sebastián Coates— debió ser sustituido después del golpe: perdió mucha sangre y quedó mareado. En su lugar ingresó Emiliano Velázquez para acompañar a Coates y Juan Izquierdo en la línea del fondo.

Minutos después, según pudo confirmar Ovación con fuentes tricolores, se retiró caminando desde el vestuario hacia la ambulancia que lo trasladó directamente hacia una mutualista. Hasta una hora después de finalizado el compromiso, seguía allí.

Martín Lasarte, consultado en rueda de prensa por el estado de salud del jugador, respondió con la última actualización que le transmitieron los médicos: "Lo que me dijeron es que fue un corte; no de entidad. Estaba un poquito mareado y por eso lo llevaron al hospital".

Aunque esta noche empezó como suplente, el Patrón acompañó a Coates en la zaga titular que paró el entrenador en el partido de ida de octavos de final ante São Paulo. En Nacional confían en que llegará en condiciones para jugar la vuelta del próximo jueves en el Estadio Morumbí.

Horas más tarde, Nacional dio cuenta de la situación del jugador a través de un comunicado. Informó que sufrió un "traumatismo de cráneo con herida cortante sin pérdida de conocimiento"