Redacción El País
Poco podían imaginar aquel 7 de enero de 2012, cuando Diego Simeone dirigió su primer partido oficial en el Atlético de Madrid que se iba a convertir en el técnico que es 12 años después y menos que iba a alcanzar los 700 partidos en el Colchonero.

Era un hombre de la casa por su pasado como futbolista, pero claro está que lo de exfutbolistas como entrenadores no siempre sale bien y el Cholo dio muestras de que la decisión fue acertada.

Aquel 7 de enero fue empate sin goles ante Málaga y 699 juegos después, celebró una cifra histórica con victoria porque este sábado su equipo venció 2-1 a Alavés pese a que comenzó abajo por el gol de Jon Guridi, aunque pudo darlo vuelta con festejos de Antoine Griezmann y Alexander Sorloth. José María Giménez estuvo en el banco de suplentes, pero ingresó.

Hablando de uruguayos, son varios los que supo dirigir el Cholo en tantos años en el Atlético de Madrid y el que suma más encuentros es Diego Godín (344), pero desde muy cerca lo sigue Josema Giménez (333).

Por debajo de ellos aparecen otros nombres como los de Cristian "Cebolla" Rodríguez (98), Luis Suárez (83), Lucas Torreira (26), Juan Manuel Sanabria (1) y Nicolás Schiappacasse quien si bien no debutó en el plantel principal, sí estuvo en el banco de suplentes.

Los números del Cholo indican que en los 700 partidos que dirigió al Atlético de Madrid sumó un total de 414 triunfos, 153 empates y 133 derrotas.

En el marco de los títulos, tal vez lo más cuestionable es que no alcanzó la UEFA Champions League, pese a definirla en un par de ocasiones, pero suma cuatro consagraciones internacionales ya que ganó dos veces la UEFA Europa League y en otras dos ocasiones la Supercopa de Europa.

En lo que se refiere a lo local, ganó dos veces la Liga de España, mientras que cosechó una vez la Copa del Rey y la Supercopa de España en una ocasión.

Cabe recordar que Simeone hizo sus primeras armas como entrenador en Racing de Avellaneda, pasó por Estudiantes de La Plata, River Plate de Argentina y San Lorenzo antes de recalar en Catania y tener un nuevo pasaje por la Academia.