Redacción El País
Muchas glorias del deporte generan fortunas, pero producto de malas gestiones o hábitos terminan en situaciones críticas, pero este no es el caso. Campeón del mundo con la selección de Brasil y gloria del Real Madrid, Roberto Carlos ha invertido bien y tiene un buen pasar, pero un divorcio puede poner todo en jaque.

"Solo tuve dos esposas. Más difícil de contar son las mujeres con las que tuve hijos", le dijo una vez al prestigioso medio italiano La Gazzetta dello Sport el lateral izquierdo con una prodigiosa pegada y que convirtiera uno de los goles más recordados del fútbol ante Francia, con la Canarinha, mediante un tiro libre lejano y una parábola magnífica.

El brasileño de 51 años, que se dedica actualmente a manejar algunas inversiones en Brasil y a comentar fútbol en televisión, atraviesa un momento delicado con el proceso de divorcio de su actual esposa Mariana Luccon con quien se casó en 2009 y es madre de dos de sus once hijos.

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Aunque manejó bien sus inversiones, muchas veces su vida personal no ayudó a las finanzas de uno de los mejores jugadores de la historia de la selección de Brasil. Roberto Carlos tiene once hijos con siete mujeres distintas y su actual proceso de divorcio puede poner en riesgo su fortuna, que se estima en 160.000.000 para la división de bienes, según informó el programa Fiesta (Telecinco).

Mientras el difícil proceso comienza, Luccon se quedó con sus dos hijas en la mansión 1.500 metros cuadrados que posee el exfutbolista en La Finca Madrid, la urbanización "de los famosos", y obligó a Roberto Carlos a mudarse. El brasileño tiene otra propiedad en la ciudad, pero allí están alojándose sus suegros.

Todo parece indicar que Roberto Carlos podría atravesar un largo y sinuoso proceso legal y volver a vivir una situación ya conocida para él. Hace algunos años declaró para una radio brasileña: "Es una pena no poder estar cerca de los niños. No tengo mucho contacto con mis hijos porque tengo problemas con sus madres, que solo piensan en la parte financiera. Sufro mucho por los dos hijos que viven en Río de Janeiro. Su madre solo me llama para pedirme la pensión. La vida de padre es complicada. Yo trato de dar el máximo amor a mis hijos, pero sus madres solo quieren más dinero. Utilizan al padre para tener beneficios", declaró en aquella oportunidad el campeón del mundo.

El lateral brasileño lo ganó absolutamente todo con el equipo Merengue y el club lo acobijó ante una situación tan delicada.

Sin tener a dónde ir, el club español le ofreció a Roberto Carlos hospedarse en las instalaciones de la concentración de la ciudad deportiva de Valdebebas, que son un verdadero lujo. Cada suite tiene cama king size, duchas con jacuzzi y una pequeña sala de estar.