TRICOLORES
Thiago Vecino y Gonzalo Bergessio puede complementarse e incrementar las opciones ofensivas del tricolor.
Explorar las posibilidades que se tienen para encontrar los caminos que se pueden recorrer para llegar al gol es una gran virtud. Comprobar que se tiene el potencial entrega certezas y, especialmente, confianza para explotarlas. Formalmente, eso quedó debidamente consolidado para Nacional en el Campus de Maldonado con la conjunción del ataque con un doble 9.
La sociedad formada por Thiago Vecino y Gonzalo Bergessio dejó en evidencia que perfectamente el tricolor puede recurrir al ataque con los dos centrodelanteros juntos porque son capaces de retroalimentarse.
El Bolso gana en juego directo, si es necesario, porque puede optar por pases largos para que uno asista al otro, complica a los defensores centrales acostumbrados a marcar a un solo hombre, suma dos 9 clásicos que pueden pelear los balones aéreos, pivotear, asociarse al juego colectivo y, principalmente, liquidar al rival con su fortaleza dentro del área.
Más presencia en el área
Con dos hombres de ataque por el centro el equipo gana mayor presencia ofensiva dentro del área. Aunque suele elegirse a un solo 9 clásico, la fórmula con dos puede ser efectiva. Lo que se precisa de forma indispensable es que los dos 9 clásicos se entiendan y realicen los movimientos de desmarque según lo requiera el juego y la situación de ataque que se pretende llevar adelante para sorprender.
Los dos pueden hacerlo todo
Vecino y Bergessio perfectamente pueden alternarse en las funciones. Uno puede ser el pivot o el jugador que se encarga de romper de la línea defensiva y el otro el culminador de la jugada. Ambos necesitan quedar de frente al arco, pero saben jugar de espaldas y perfectamente pueden conformar una sociedad que produzca muchos goles.
Un juego muy profundo
Con dos hombres de área encabezando el ataque necesariamente el equipo tiene que convertir a los laterales o carrileros (puede jugarse con el 4-4-2 o el 3-5-2) en partícipes de la ofensivas. Así los delanteros pueden mantener su posición. Con las bandas bien explotadas y la presión de la doble punta sobre los zagueros, pueden aparecer los espacios porque algún lugar podría quedar descuidado. Además, Vecino y Bergessio saben ir a los espacios.
Más poder de definición
Dos buenos cabeceadores, que además están dispuestos a dar lucha a los zagueros, porque no rehúyen del roce y la fricción en el área, potencia la capacidad de definición de jugadas y el estilo de juego para conseguir el objetivo. Es claro, Bergessio deja de ser el único referente para contener en el juego aéreo. Vecino demostró ante Deportivo Maldonado que no se queda esperando entre los zagueros que le caiga el balón, ataca la pelota para resolver.
¿Una variante o una fórmula base?
Thiago Vecino y Gonzalo Bergessio unidos parece ser una gran alternativa para cuando los partidos estén complicados. Quizás, incluso, pinta estar más emparentada para los cotejos del fútbol local y no tanto para la competencia de la Libertadores, aunque todo dependerá del entendimiento entre los dos delanteros y del acople que se pueda lograr con el resto del equipo. Si hay una comprensión colectiva perfectamente podría ser un esquema base.