ITALIA

Inter de Milán-AC Milan. Clásico histórico. Duro. Romelu Lukaku-Zlatan Ibrahimovic. Delanteros fuertes. Metedores. Es duro tenerlos de rivales. El combo fue perfecto para que entre ellos hubiese una lluvia de insultos groseros, choque camino al vestuario y amenazas de pelea para cualquier otro momento. La lucha fue terrible y las palabras usadas, según lo describió La Gazzetta dello Sport, mucho peor porque se trajeron a colación familiares, orígenes africanos e ideas religiosas.

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Todo comenzó con el encontronazo entre Alessio Romagnoli-Lukaku y la posterior intervención de "Ibra" que encaró al belga, llegando a tocarse frente con frente y quedando al borde del enfrentamiento físico.

Al final de la primera parte Lukaku fue a buscar al sueco y los compañeros tuvieron que separar. 

Los brazos de los compañeros frenaron la pelea, pero no taparon los labios.
El sueco sonríe provocativamente y luego le dice al nerazzurri:

Lukaku comprendió que Ibrahimovic hacia referencia a la situación que se generó cuando siguiendo el consejo de su madre de origen congoleño le aconsejó  que se fuera al Chelsea en lugar de renovar con el Everton por la sugerencia que había tenido en un ritual vudú. 

Un dirigente de Everton afirmó en enero de 2018 que Lukaku no había querido ampliar su contrato con el club debido a un mensaje vudú. Una afirmación desmentida con vehemencia por el belga. Lukaku hizo saber a la BBC, a través de uno de sus representantes, que su decisión no tenía nada que ver con tales creencias y que es católico.

Sin embargo, Lukaku no se intimidó y le contestó al sueco:

Ibrahimovic siguió sonriendo y mirando a los ojos a Lukaku le lanzó una advertencia: "Te espero después". 

Los dos entrenadores, Stefano Pioli y Antonio Conte, minimizaron los hechos tras el partido, asegurando no haber escuchado los insultos entre los dos jugadores e incluyeron el enfrentamiento dentro de la tensión ligada al derby.

Pero la prensa italiana lo describió por su parte como un "mal espectáculo que estropeó un buen partido" (La Repubblica). "Un gol cada uno, un mal sketch para todos", lamentó el Corriere della Sera, mientras que el Corriere dello Sport habló de "vergüenza".

"El terreno es un ring", afirmó La Gazzetta dello Sport, hablando de "insultos racistas". Según el diario deportivo milanés, Ibrahimovic se excusó ante sus compañeros por su expulsión, pero aseguró no haber utilizado palabras racistas contra Lukaku.