Jairo Amaro intenta darle un pase en largo a Diego Zabala y la pelota se le va para afuera. Mauricio Pereyra no se entiende con Gabriel Báez y la tribuna se viene abajo. Christian Oliva se muerde el labio cuando ve por la pantalla del palco el festejo del gol de Peñarol en simultáneo y niega con la cabeza. Federico Santander suelta un “no mames” y le dice algo más al oído a un funcionario administrativo que estaba sentado junto a él.
Son las 19:29 del domingo y el Gran Parque Central arde en llamas. Llueven críticas del estilo “se tienen que ir todos” al compás de que la hinchada canta. “Ay, ay, ay, ay, están jugando en Nacional”, se siente casi al mismo tiempo que entra Bruno Damiani en Boston River.
El malhumor fue visible durante toda la tarde-noche. Los hinchas se lo habían trasladado a los jugadores incluso antes del primer gol de Leandro Suhr, que dejó por el camino primero a Diego Polenta (con un caño) y luego a Sebastián Coates.
Quedó en boca de Jeremía Recoba, que reaccionó enojado e insultó de arriba a abajo al zaguero Juan Rodríguez, que lo llamó a levantarse después de que ambos pelearan una pelota contra la raya. De ninguna manera se podía cobrar penal, pero también es cierto que el jugador de Nacional se cayó de forma involuntaria y no como acusaba el defensa de Boston River.
Ya se había hecho de noche cuando la reacción desmedida la tuvo el capitán Polenta, que encaró a Damiani por haberle reclamado una fuerte entrada a Báez, su compañero en la defensa. No le bastó con un insulto sino que también lo pechó de atrás cuando la atención del juego se había concentrado en la otra punta del estadio. El árbitro Andrés Matonte estuvo muy permisivo durante todo el partido.
El cambio de “abucheos por aplausos”, como dijo el entrenador Martín Lasarte en conferencia de prensa, llegó en los minutos finales cuando Nacional lo dio vuelta con el peso de la camiseta.
El técnico tuvo la varita mágica porque los dos goles fueron a partir de asistencias y aciertos de hombres que un rato antes habían entrado desde el banco de suplentes.
Antonio Galeano apareció en el momento justo para ganar de cabeza y dejarle el empate en bandeja a Diego Zabala por el segundo palo mientras que Jairo Amaro, que entró de arranque en el segundo tiempo, probó de afuera del área y en el rebote el iluminado Gonzalo Petit intervino para el segundo.
El Diente López, tal vez el más desequilibrante en un partido muy pobre de Nacional, se llevó su premio con un gol de penal sobre la hora. Boston River apostó a abrir la cancha y jugó con soltura desde abajo, pero se durmió para liquidarlo y le costó caro.
Lasarte sumó puntos para seguir como DT el próximo año, en una temporada que definió como “rara” porque hizo récord de puntos y Peñarol fue campeón. La final de la Copa AUF Uruguay podría ser otro envión anímico.