Por Ángel Asteggiante
Nacional venció 3-1 a Boston River por la sexta fecha del Torneo Apertura y sigue en la pelea. Quedó a tres puntos de Peñarol, que hoy chocará con Montevideo City Torque. Sin embargo, puertas adentro el equipo debe hacer una necesaria autocrítica y no quedarse con un tanteador que no refleja lo que fue el trámite.

Regaló los primeros 60’, llegó al primer gol por un penal mal sancionado y que el VAR no corrigió, repitió groseros errores en defensa y otra vez volvió a quedar en el debe en la generación de juego.

Este Nacional no tiene juego colectivo. Hasta el momento no lo encuentra, pero sí tiene individualidades que le permiten resolver situaciones. Ayer, por ejemplo, Alfonso Trezza levantó al equipo en el complemento a fuerza de coraje y su característica explosión.

Foto: Francisco Flores.

Después del empate parcial de Boston River, los hinchas que llegaron al Gran Parque Central en buen número empujaron al equipo hacia el área contraria. Y en esa arremetida Trezza fue el que sacó la cara por sus compañeros, jugando como hincha. Hizo un gol (que se lo anularon correctamente por fina posición adelantada) y estuvo cerca de marcar otro en un remate cruzado que Santiago Silva llegó a despejar con la punta de sus dedos. Antes, incluso, había inventado el penal con un piscinazo.

Con personalidad y la jerarquía individual de sus jugadores (Diego Zabala, Santiago Cartagena y Emmanuel Gigliotti entraron muy bien) resolvió el encuentro. Pese a ello el tricolor debe tener claro que ayer contó con la fortuna de que Boston River resolvió mal casi todas las jugadas. Con un poco más de puntería, la historia podría haber sido otra bien distinta a la de anoche.

Foto: Francisco Flores.

Nacional encontró el 1-0 cuando peor la estaba pasando. Juan Ignacio Ramírez cambió por gol un penal mal sancionado por Mathías De Armas y que el VAR no corrigió (36’).

El Sastre llegó rápidamente al empate en el inicio del complemento por un cabezazo de Mathías Acuña (55’). El delantero apareció solo entre los centrales para conectar la pelota y superar a Sergio Rochet. En la primera parte esta misma situación se había generado en dos oportunidades, pero la suerte estuvo del lado de Nacional.

Foto: Francisco Flores.

Luego el tricolor se recompuso e inclinó la cancha. Daniel Bocanegra, estirándose con su pierna derecha para poner la pelota contra el primer palo, interceptó un buen centro de Camilo Cándido para pasar al frente en el tanteador (75’).

Sobre los 90+2’ Gigliotti quedó cara a cara con el arquero y no perdonó. Cruzó su remate y liquidó el partido.