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"Las acusaciones sin pruebas, los insultos, nunca van a ser un camino por el que entienda hay que transitar a cualquier precio", expresó el delantero que cerró su etapa de jugador a los 40 años.
La noticia fue anunciada a través de un comunicado que publicó el propio Villa Española en sus redes sociales. La dirigencia iba a renunciar y Santiago "Bigote" López iba a dejar el fútbol.
El delantero de 40 años, con varios pasajes por el club hispánico, lo confirmó con un mensaje en sus redes sociales. Un mensaje en el que se despidió y también reflexionó sobre su carrera y lo ocurrido en los últimos días.
"Las acusaciones sin pruebas, los insultos, nunca van a ser un camino por el que entienda hay que transitar a cualquier precio. Parar, visibilizar, poner en discusión temas que nos implican a todos, es también una decisión política", aseguró en la carta que acompañó de fotos que lo representan en el club.
"Se fueron 22 años hermosos corriendo atrás de una pelota… Con mis formas -que no son las más esperadas en un jugador “profesional”-, con mi pasión, mis cuestionamientos y siendo feliz en Villa Española", sostuvo.
"A los 18 años no pensaba que a través del fútbol iba a poder crecer tanto, aprender tanto, dar tanto. El fútbol como herramienta transformadora vino con la madurez y la conciencia social. Tampoco imaginé que el final iba a ser así. Pero, ante todo los ideales, la ética y el cuidado de todos los actores que somos parte", agregó el Bigote.
"Me retiro rodeado de amigos y amigas cercanas, Nati, una compañera incondicional, y una niña hermosa, fanática del Villa y de la cultura de barrio, que es la alegría por la que nuestro mundo gira; la familia a lado que siempre estuvo en las buenas y en las malas mucho más", aseguró.
"Me abrazo a mis amigos que sé que nunca van a querer que me vaya del club, aunque hoy lo entiendan. Me abrazo con la gente que conozco y con la que no conozco también me abrazo, porque es imposible contar la infinidad de mensajes de apoyo y calidez recibida en estos años, y en este último tiempo en particular", indicó.
A su vez, también se encargó de rememorar sus inicios: "Me retiro siendo el mismo pibe de barrio que se enamoró de los colores rojo, amarrillo y violeta y que quiso aportar para que el club de sus amores sea el más grande del mundo, admirado por su aporte al barrio, su capacidad constructora y de transformación social y cultural".
E incluso reafirmar otra de sus pasiones: "Me retiro con el rock and roll en las venas y con mis Redonditos de Ricota siempre presentes, plasmados en mi camiseta N° 8 que tanto adoro y defendí a capa y espada".
"Que viva siempre la cultura de barrio y los barrios organizados y humildes. Nos vemos en el próximo grito de gol, ya sea en una cancha o a la vuelta de la esquina, con quienes estén dispuestos y dispuestas a construir una sociedad más justa y equitativa en derechos y oportunidades", sentenció.
Antes de cerrar se despidió con una frase de su "único héroe en este lío": Patricio Rey. "Yo ya no puedo cumplir, hazañas que prometí", culminó.