Redacción El País
El afloje se sintió. La tensión del martes en el Campeón del Siglo donde Peñarol logró la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores jugó su partido algunos días después en el Estadio Centenario y ante Fénix.
Es cierto que el aurinegro ya había salido campeón, que las condiciones climáticas tal vez no eran las ideales y que incluso Diego Aguirre metió mano en el equipo para que algunos jugadores tomen descanso, pero también es verdad que se vio un Peñarol que estuvo lejos del funcionamiento que lo destacó en el semestre.
Pero los cuadros grandes tienen eso. A veces cuando menos se lo espera, aparecen sus principales figuras y así fue ante el albivioleta porque en dos minutos el juego cambió por completo.
En un arco Aguerre evitó dos veces el gol de Fénix porque despejó los remates de Dudú y Chopitea y en la jugada siguiente, en el arco contrario, Leo Fernández hizo gala nuevamente de su pegada para que Damián García anote su primer gol en Peñarol.
Y así, sin demasiados remates al arco, sin tanta posesión de pelota, pero con chispazos de sus hombres más destacados, el aurinegro le puso fin al Torneo Apertura con otro de los objetivos cumplidos porque además de ser campeón lo hizo de forma invicta.
No fue con la misma fórmula, pero sí con el mismo entrenador porque Diego Aguirre, en Peñarol, había sido el último técnico en ganar un torneo corto de forma invicta. Fue en el Clausura 2009/10, aunque en esa ocasión fueron 14 triunfos y un empate y ahora, 14 años después, fueron 13 los triunfos y dos las igualdades porque empató con Nacional y Liverpool.
Y así, el aurinegro cosechó un mérito más en este Campeonato Uruguayo en el que ya se aseguró un lugar en la definición y en el que promete ser, más allá de la obligación histórica, uno de los principales animadores y candidatos.
Dicen muchas veces que los torneos cortos no se festejan, o al menos en los cuadros grandes. Que solo al final de temporada, si se consigue el trofeo, se le debe dar una verdadera trascendencia, pero lo cierto es que si hubiera vuelta olímpica, la de Peñarol hubiera sido perfecta.
El equipo con más puntos, el único que no perdió en las 15 fechas y, por ahora, no solo el más goleador, sino que también el menos goleado. El Peñarol de Aguirre podría sufrir modificaciones, pero el del primer semestre fue perfecto.