El clásico "de las bombas": Nacional venció a Peñarol con un gol con historia y un homenaje en el final

En un año muy complejo para Federico Santander, fue el héroe de los tricolores después de un primer tiempo en el que el local fue ampliamente superior. Christian Oliva fue la figura.

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Federico Santander festeja su gol para Nacional en el clásico ante Peñarol en el Gran Parque Central.
Federico Santander festeja su gol para Nacional en el clásico ante Peñarol en el Gran Parque Central.
Foto: Estefanía Leal | El País

El reloj recién pasaba por el minuto 80 y las bombas de estruendo se empezaron a sentir desde la tribuna Abdón Porte, donde estaban los fanáticos tricolores. También se vieron luces rojas que se encendieron y que le dieron un marco diferente al atardecer clásico en el Gran Parque Central. Fue la antesala de lo que se vendría, como una premonición: el gol del triunfo de Nacional. Federico Santander aprovechó un fenomenal pase de Mauricio Pereyra y puso el 2-1 con el que terminaría el partido contra Peñarol por el Torneo Clausura.

El mismo centrodelantero paraguayo que minutos antes había generado polémica entre los hinchas, ya que varios opinaban que no tenía que entrar él, y sí el juvenil Gonzalo Petit. Pero por algo los entrenadores son los que toman las decisiones, y en este caso seguramente tuvo que ver el diálogo que había tenido en la semana Martín Lasarte con Marcelo Tulbovitz, en el que el profe le había manifestado que sentía que Santander iba a hacer un gol. Y el tiempo es sabio, porque el jugador guaraní tuvo un año complicado, en el que su hijo pasó por una fea situación por la que el futbolista debió ausentarse varios días de los entrenamientos, y semanas después, ante la tragedia de Juan Izquierdo, no aguantó y se fue unos días a Paraguay.

Leonardo Fernández y Christian Oliva en el clásico entre Nacional y Peñarol en el Gran Parque Central.
Leonardo Fernández y Christian Oliva en el clásico entre Nacional y Peñarol en el Gran Parque Central.
Foto: Ignacio Sánchez | El País

Lucas Sanabria se besa el escudo de Nacional en el clásico ante Peñarol en el Gran Parque Central.
Lucas Sanabria se besa el escudo de Nacional en el clásico ante Peñarol en el Gran Parque Central.
Foto: Estefanía Leal | El País

Ese fue el jugador que tuvo su tarde en el domingo 6 de octubre y el que generó que sea recordado por el clásico “del paraguayo” o “el de las bombas”. Es que una vez que se concretó el gol se intensificó el lanzamiento de pirotecnia en el GPC, lo que generó que el partido estuviera detenido por varios minutos y que se evaluara su continuación luego de que dos jugadores -Gabriel Báez y Lucas Sanabria- estuvieran muy cerca de ser impactados por algunas de esas bombas que cayeron en la cancha.

Nacional jugó un muy buen primer tiempo, abrió el marcador a través de Seba Coates y no sacó más ventaja solamente porque en el arco Mirasol estaba Washington Aguerre, que tuvo tres tapadas muy buenas. En el final, debió ser expulsado Gabriel Báez por una dura infracción ante el Cangrejo Cabrera que ni Leodán González ni el VAR consideraron que era para roja.

El partido se derrumbó para Nacional cuando Peñarol se encontró con el gol de Gastón Ramírez al minuto del complemento, porque la acciones se igualaron y para el tricolor ya no fue tan fácil generar situaciones de gol.

Con Christian Oliva como figura, Nacional ganó el clásico y hubo tiempo para recordar a Juan: desde el cielo seguro estuvo alentando.

Los jugadores de Nacional festejan con la hinchada luego de vencer en el clásico ante Peñarol en el Gran Parque Central.
Los jugadores de Nacional festejan con la hinchada luego de vencer en el clásico ante Peñarol en el Gran Parque Central.
Foto: Ignacio Sánchez | El País

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