Redacción El País
Pese a la molestia que había mostrado Botafogo con la decisión de jugar el partido sin público visitante, todo hacía indicar que era un hecho, que la decisión del Ministerio del Interior iba a seguir su curso y que incluso el sector visitante iba a ser vendido para hinchas de Peñarol, pero todo se modificó en horas.
El comunicado de la Conmebol donde exhorta a los aurinegros a recibir a los hinchas del Fogao, o en caso contrario el derecho de decisión como jugarlo sin público o hasta jugarlo en otro territorio, llamó la atención en Peñarol y quien se expresó fue su presidente, Ignacio Ruglio.
A través de un comunicado manifestó: "Como es de público conocimiento recibimos una carta de Conmebol que le dice al Ministerio del Interior, a AUF y a Peñarol que el partido se debe jugar con publico visitante".
"Peñarol insiste a Conmebol que quiere jugar en su estadio y con su gente. No fue Peñarol ni su gente los responsables de todo lo sucedido en Río. La gente de Peñarol solo se defendió de los ataques en toda la ciudad a todas las horas. Queremos jugar en nuestro estadio y con nuestra gente", agregó el mandatario quien confirmó que este martes desde las 08:45 se llevará a cabo un Consejo Directivo de carácter urgente, por Zoom, para evaluar la situación.
"Vamos a solicitar todos juntos nuestro derecho a jugar con nuestra hinchada. Esa misma hinchada que fue victima de zonas liberadas (hay material de videos) en Río y que NO provocó este ambiente que se generó el miercoles pasado. Peñarol defenderá su derecho de jugar con su hinchada este partido de semifinales de Copa Libertadores. Ya sufrimos demasiados atropellos en Brasil para que también ahora nos obliguen a jugar de otra forma", manifestó.
Por último, también dio a conocer que en la noche del lunes, tras el comunicado de Conmebol, "el Ministro nos informa que volverá a responder a Conmebol de forma rotunda que no va a permitir al publico visitante ingresar al CDS a causa de varias informaciones que inteligencia en el deporte les ha brindado. No es una decisión de Peñarol, es una decisión del Ministerio fundamentada en el clima de guerra que creó Botafogo en Río de Janeiro con su hinchada emboscando el punto de encuentro que fue una 'zona liberada' y lastimando familias con niños y mujeres en las inmediaciones de su estadio antes y después del partido".