Alejandro Balbi se levanta de la butaca y aplaude. José Decurnex lo acompaña con una sonrisa cómplice y le dice “esa es letal” cuando Jeremía Recoba define picándola por arriba del arquero de MC Torque, Gabriel Araújo, y liquida la historia 3-0 en favor de Nacional.

“Va a hacer mucho goles este pibe”, advierte un hombre, instantes después, cuando Gonzalo Petit entra y convierte en oro prácticamente todo lo que toca. Fue como una premonición porque al poco rato de su pierna derecha llegó el cuarto gol tricolor de la noche.

La historia estaba liquidada desde hacía rato. El colombiano Diego Herazo había vuelto a mostrar el olfato goleador que le había permitido festejar dos veces hace una semana y media, cuando 20 minutos le dieron de sobra para marcharse del Capurro con un doblete. Ayer, en el Centenario, estuvo en la cancha durante 79, en la que fue su segunda titularidad después de tres meses, y otra vez dejó sello de sus credenciales.

Foto: Estefanía Leal.

Ya a esa altura, el foco del partido había quedado en segundo plano. Una manada de niños fue por el Diente Nicolás López y lo arrinconó con un pedido de foto atrás del otro. Un dirigente de Nacional se acercó a la bancada de periodistas y preguntó por el candidato de la lista 8, Ricardo Vairo, de forma irónica, haciendo alusión a que no lo veía en el estadio: “¿Es aquel que está allá? Porque no lo veo”.

Foto: Estefanía Leal.

La semifinal de la Copa AUF Uruguay empezó y terminó después de lo previsto. El ómnibus de Nacional, que llegó con la música del argentino Gastón González a todo volumen, se estacionó sobre uno de los rincones de la Tribuna América para que los jugadores fueran bajando uno a uno camino al vestuario. Sin embargo, cuando llegaron se encontraron con que todavía se encontraba allí el plantel de Boston River, que minutos antes había jugado la otra semifinal contra Defensor Sporting.

Su director deportivo, Pablo Álvarez (exfutbolista de Nacional), le confesó a Ovación que sus jugadores no quisieron trastocar los planes de la delegación tricolor, pero inevitablemente seguían adentro del vestuario. El partido anterior, que finalizó pasadas las 19:50, chocó con la llegada del plantel de Nacional, que se estacionó exactamente a las 20:15 y ahora tendrá una final por delante.

El hecho quedó en la anécdota, pero será otra perla más de esta Copa que sigue teñida por las improvisaciones.