ARGENTINA

El deporte en el que incursionó Leonardo Ponzio, el jugador más ganador de la historia de River, tras su retiro

Con 41 años, el emblema del River de la era Gallardo disfrutó de un día muy especial. El exmediocampista dejó el fútbol profesional en diciembre 2021.

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Leonardo Ponzio.
Leonardo Ponzio.
Foto: Prensa River Plate.

Con información de La Nación/GDA
Leonardo Ponzio (41 años) sigue ligado al deporte. El jugador más ganador de la historia de River Plate argentino y emblema durante la era Gallardo, hizo su estreno oficial en el polo cumpliendo un viejo sueño.

El exmediocampista, que levantó 17 títulos con la camiseta de la Banda, se estrenó en este deporte jugando para La Zeta en el Club Centauros, válido para el Polo Tour Argentino.

El vínculo con el Polo y el campo

Desde chico, en sus pagos santafecinos (Las Rosas, unos 125 kilómetros al oeste de Rosario), la vida de campo lo marcó de lleno y más de una vez reconoció que “todo lo que gané en el fútbol lo invertía en el campo”. Una mirada a futuro que no siempre suelen tener los futbolistas, más propensos a las compras y recambio de autos que al “ladrillo”, como les recomendaban algunos buenos entrenadores. “Primero la casa, después el auto” fue un lema que Ponzio adoptó como propio y con el que se permitió aconsejar a muchos juveniles que le empezaron a seguir los pasos, primero en Newell’s y luego en River.

El vínculo de Leo Ponzio con el polo data de poco más de una década, paralemente con su actividad futbolística. Amigo personal de Santiago Hirsig, otro exjugador y también manager, le pidió en 2012 conocer a los Pieres y la organización Ellerstina, creada en 2000 por Gonzalo Pieres, nueve veces campeón de Palermo y uno de los personajes más importantes en la evolución del profesionalismo en el polo argentino, con el aporte económico del magnate australiano Kerry Packer, “el Rey de las propinas”, ya fallecido.

Ponzio conoció a los Pieres durante un asado, también el Club Ellerstina y comenzó a entablar una relación de amistad con Facundo Pieres, uno de los tres hijos de Gonzalo (los otros son Gonzalito y Nicolás). Frecuentemente se lo veía en Ellerstina o bien en los palenques, durante los partidos que el equipo disputaba en los torneos de la Triple Corona, el circuito de alto handicap más importante del mundo y que integran los Abiertos de Tortugas, Hurlingham y Palermo. Algunos compañeros de River lo cargaban cuando en la concentración, Leo se ponía a mirar partidos de polo por TV. Y paralelamente, empezó a construir su propia carrera polística. Facundo Pieres lo decía hace algunos años: “Leo va a jugar al polo una vez que se retire del fútbol”.

Prácticas en Ellerstina y en otros escenarios, a veces con los profesionales, otras con los jugadores de bajo handicap, e incluso petiseros. Todo sirve para ir moldeando al nuevo polista. El conocimiento de los movimientos, habituarse a la velocidad: no sólo es montar bien, sino que hay que acostumbrarse a pegarle a una bocha con un taco fino, preferentemente con el cigarro, que es la parte inferior del implemento. Saber cuándo acelerar, cuándo sujetar las riendas para no “volar” en el intento de taquear en altas velocidades. El polista de elite, con caballos cracks, puede estar jugando a una velocidad lanzada de hasta 60km/h. Todo requiere de aprendizaje.

Y después, claro está, acomodarse a las reglas de juego, algo que no es precisamente sencillo. Incluso en el Abierto de Palermo, el torneo más importante del mundo que se desarrolla entre noviembre y diciembre en las canchas del Campo Argentino, dos personas sentadas una al lado de la otra, con más de tres décadas viendo partidos y jugadores distintos, ven una misma jugada sin ponerse de acuerdo en si hubo o no infracción. Así de complejo es el reglamento de este deporte.

El debut oficial de Ponzio se dio en el Club Centauros, ubicado en General Rodríguez, enfrente de Ellerstina. Y representó al equipo La Zeta, que se precisamente la denominación con la que se conoce al histórico conjunto de los Pieres. A Leo le tocaron como compañeros a Alfonso Pieres (h.) (6 goles de handicap), Felipe Llorente (4) y Gonzalo Deltour (6), para un total de 16 tantos de valorización. ¿Su rival? Bel Polo, con Henry Lunn (0), Tommy Severn (4), Sebastián Merlos (7) y Edward Banner-Eve (5). También con total 16.

Ponzio jugó como delantero, y según los comentarios, se la rebuscó bastante bien. Convirtiendo, incluso, dos goles.

Tan ligada está la imagen de Ponzio al polo que cuando se instrumentó, hace unos años, un rol especial del capitán en esta disciplina ecuestre, Facundo Pieres le pidió a Ponzio uno de los brazaletes que portaba en River. Y el capitán de Ellerstina lucía orgulloso en su brazo izquierdo el obsequio de su amigo. De alguna manera, Ponzio hace rato que está en el polo. Aunque el debut oficial le dio un carácter más especial a esa relación.

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