Si un juvenil con potencial armara las valijas y dejara las filas de un club como Nacional sin siquiera pasar por la Primera División, ¿cuál sería la reacción más espontánea y genuina que podría tener un hincha? Seguramente la del enojo, la rabia, o tal vez el lamento.

Pero es un tanto más apetecible creer que la ecuación cambiaría si ese mismo jugador, en realidad, se desprende de la institución por una decisión del plano familiar que está directamente relacionada a una oportunidad laboral en el extranjero. Y ese es, justamente, el camino que tomó Bruno Arady.

Generación 2007, cumplió los 17 años a principio de mes, pero recién ayer fue que su nombre entró en boca de todos. Sobrepasado por la (des) información que circuló en redes, decidió dejar de leer X (antes Twitter) y le delegó el trasfondo mediático a su grupo de representantes.

Según pudo saber Ovación, la partida prematura del chico responde, en parte, a una situación que está atada al traslado laboral de uno de sus seres más cercanos hacia Luxemburgo. En paralelo, sus empresarios lograron colocarlo en las inferiores del Feyenoord de Países Bajos -a unos 370 kilómetros de distancia- con el fin de que continúe su recorrido como futbolista.

Para Nacional, si bien es una baja que “se sentirá” en las formativas, la situación también tiene una pata conciliadora y es que el área deportiva, en agosto de 2023, decidió ofrecerle un contrato profesional por tres años previendo que en un futuro pudiera marcharse.

De lo contrario, Arady -portador de pasaporte comunitario y con edad de protección de menores frente a una emigración familiar- se podría haber ido libre, de acuerdo al reglamento de la FIFA, si así lo hubiese deseado.

Estefania Leal/Archivo El Pais

“Si el jugador no hubiese tenido contrato, se iba y Nacional se quedaba solo con el derecho de formación”, confirmó el dirigente Hernán Navascués en diálogo con Carve Deportiva.

El papeleo, que se facilitó porque ya contaba con un pasaporte, avanzó en buenos términos meses después de que su representante viajara a Rotterdam a visitar las instalaciones del equipo neerlandés.

Para el cierre formal de la operación, se están ajustando los detalles de la rescisión de contrato bajo el entendido de que detrás hay una “causa justa”. Esto le dejaría al tricolor un estimado de €60.000 por derecho de formación. A su vez, hubo un pedido expreso del jugador para que Nacional conserve un porcentaje importante de una futura venta.