Enviados a New Jersey, Estados Unidos
Es exagerado decir que por un rato New Jersey fue Uruguay? Tal vez sí, pero en las inmediaciones del Metlife Stadium en la Copa América fue una realidad.
A diferencia de lo que sucedió en Miami, donde los uruguayos tenían asignado un solo lugar del parking para hacer su fiesta, en este lugar de Estados Unidos cercano a Nueva York la organización le entregó tres zonas diferentes, separadas por bastante distancia una de la otra. Por esa razón, los hinchas celestes que pretendían estar en la fiesta previa tenían que elegir dónde ir. Naturalmente que no fue un problema, todo lo contrario.
Increíblemente, cuando faltaban cinco horas y media para el comienzo del partido, ya había una larga cola de autos en las afueras del complejo deportivo donde se encuentra el MetLife Stadium pretendiendo ingresar. Gran parte de los vehículos llegaron camuflados con banderas, pinturas y todo tipo de distintivos haciendo referencia a Uruguay. Hay que recordar que por estos lares es común hacer la previa de los partidos en los parkings.
El equipo de Ovación fue invitado infinidad de veces a compartir un momento con los uruguayos. Es que en todo momento buscan que sus compatriotas sean parte de la fiesta. Una fiesta que incluyó tambores, música uruguaya, el canto del Himno Nacional, camisetas de Nacional, Peñarol, Villa Española, Huracán Buceo, Wanderers, River, Danubio y Bella Vista, entre otras.
“Llegamos hace una hora; estuvimos ocho manejando desde Toronto (Canadá) y estamos con una emoción indescriptible. Hace 30 años que estamos viviendo acá y nunca tuvimos la posibilidad de ver a la selección tan cerca. Lo de hoy es un sueño para nosotros”, le comentó a Ovación un uruguayo que llegó a New Jersey con su esposa e hijos.
Seguimos caminando y nos encontramos con Néstor, un uruguayo con la camiseta de Villa Española. Mientras hacía una enorme parrillada con carne y chorizos contó que sigue a su equipo a la distancia y que nunca pensaron que pudieran estar cerca del país viviendo tan lejos. Trabaja en la construcción, se pidió el día libre al igual que toda su familia y transmitió su humildad en cada una de las palabras que eligió. No ha podido regresar a Uruguay, pero no pierde la ilusión de poder hacerlo.
Al escuchar estas historias se entiende todo lo que rodea al camino de estas personas que extrañan estar en su país de nacimiento pero que por diferentes motivos no pueden volver. A veces se trata de temas legales, otras veces por cuestiones económicas y en menor medida cuestiones referentes a los tiempos y a la rutina diaria. La mayoría coincide que “el que quiere trabajar tiene trabajo seguro” y también hay varios compatriotas que trabajan en la construcción: “Hay mucho trabajo en ese rubro, y que se paga bien. Trabajás de lunes a sábado y tenés los domingos libres”, comentó uno de ellos.
Cuando empezó el partido, ya eran más de 30.000 los espectadores uruguayos que vivieron el partido con locura.