El 19 de noviembre de 1969, Pelé—ya el futbolista más famoso de la época— convirtió su gol 1.000, un acontecimiento que convocó a periodistas de todo el mundo. Pocos días después de su milésima conquista, lograda de penal ante Vasco da Gama en el estadio Maracaná, Pelé llegó a Montevideo con su equipo, el no menos célebre Santos, para disputar ante Peñarol un encuentro por la Supercopa sudamericana.

El 2 de diciembre de aquel 1969 fue para O Rei un día agitado. Por la mañana visitó la sede de Nacional en la avenida 8 de Octubre para recibir un homenaje. Lo recibieron el titular del club, Miguel Restuccia, y varios jugadores de su plantel, en especial sus compatriotas brasileños Manga y Celio Taveira. También atendió a numerosos periodistas.

Archivo El País/Archivo El Pais

Por la noche, ante un Estadio Centenario repleto, Pelé ingresó a la cancha con un presente especial de Peñarol: la camiseta aurinegra con el 1.000 en la espalda. Ya en juego y con la casaca blanca de su club, el astro brasileño cumplió con su costumbre y convirtió: fue su gol 1.001. Después, el aurinegro lo dio vuelta y ganó 2-1.

Este cronista era muy niño entonces, pero no se quiso perder el acontecimiento: es más, toda la familia concurrió. Y guarda en su recuerdo con nitidez el gol de Pelé, una corrida y una definición exacta contra un palo en el arco de la tribuna Amsterdam. No quedaron en su memoria otras acciones, salvo su gesto al final del encuentro. Un chico alcanzapelotas le pidió la camiseta y Pelé se la regaló. El joven subió corriendo con su tesoro la gran escalinata de la tribuna Olímpica hacia el vestuario destinado a los alcanzapelotas, ante la mirada del Estadio Centenario entero. ¿Dónde estará esa camiseta?

Frente a los clubes grandes uruguayos Pelé tuvo frecuentes duelos. Por ejemplo, Santos le ganó a Peñarol la tercera final de la Libertadores 1963 en Buenos Aires por 3 a 0, con dos goles suyos. En 1965 disputaron la semifinal. Santos se impuso 5-4 en Vila Belmiro con dos de Pelé, aunque Luis Maidana le atajó un penal. En Montevideo el aurinegro ganó 3-2. Y en el desempate, jugado en Buenos Aires, O Rei convirtió otro tanto aunque el campeón uruguayo venció 2-1. Contra Nacional Santos se presentó en Montevideo en dos amistosos: en 1961 lo ganó el tricolor 1-0 y en 1962 ganó el club paulista 3-2, con un tanto de Pelé.

Pero el crack brasileño tuvo otro cruce con el fútbol uruguayo: la semifinal del Mundial de México 70, en Guadalajara. Aquella tarde, los celestes se pusieron en ventaja con un gol de Luis Cubilla, los verdeamarillos igualaron antes del entretiempo y en el complemento marcaron dos goles más para alcanzar la final y después la conquista en propiedad de la Copa Jules Rimet.

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Si bien no convirtió goles ese día, Pelé protagonizó “el golazo que no fue gol”. El 10 picó a buscar un pase profundo de Tostao directo al área y le salió Ladislao Mazurkiewicz para tratar de cortar. Con su improvisación genial, el crack amagó ir por el balón pero lo dejó correr, mientras el arquero uruguayo se iba atrás del jugador. El brasileño rodeó al arquero y fue a buscar la pelota, pero remató exigido y su tiro se fue junto al palo. La jugada, que nació y terminó en pocos segundos, está disponible en varios videos de Youtube.

En 1974 se retiró del fútbol, siempre en Santos. Pero un año más tarde regresó a las canchas, tentado por un millonario contrato del Cosmos de Nueva York. Y estiró su actuación hasta 1977.