El tono calmo y ralentizado de Álvaro Recoba deja la mirada de Gabriel Báez perpleja, situada sobre un punto fijo. Mientras su técnico habla -a la vez modera y da una clase abierta sobre la realidad de su plantel-, el lateral izquierdo de Nacional escucha y espera su turno para tomar de nuevo la palabra. Tiene dos o tres intervenciones más y después el micrófono se lo cede al Chino.

La atención se centra en el entrenador, que narra parte de sus experiencias jugando en Bolivia -tres partidos-; que al mismo tiempo es un padre con el apodo de su hijo tatuado en el brazo -Jere- y cuenta que Jeremía jamás jugó en la altura, pero, a la vez, desliza que prioriza su profesionalismo antes de seleccionarlo entre un extenso grupo de futbolistas.

—A Jere lo vi bien, aprovechó la chance como lo han hecho muchos. Él juega porque está en el plantel y ha demostrado que está a la altura. Tiene un grupo que lo apoya a él y a todos los jóvenes. Se acalambró, creo que por los nervios. Hizo un buen partido (...). Son los primeros pasos.

Franco, como se lo conoce hasta ahora, Recoba volvió a mostrarse en la conferencia de ayer como un técnico auténtico, sin mayores rodeos, al que con un poco de atención se le pueden sacar mensajes entre líneas. “Ustedes (los periodistas) lo van a saber (al próximo equipo titular) antes que todos”, anticipó, bromeando.

Foto: Estefanía Leal.

En sus planes, confirmó, está la rotación de varios futbolistas para dosificar las cargas. Fue por eso que sacó a Diego Polenta -que pidió salir, pese a que en los planes estaba previsto que entrara Felipe Cairus- y a Mauricio Pereyra, quienes no serán titulares en la próxima fase de la Libertadores al visitar a Always Ready en El Alto, a 4.100 metros sobre el nivel del mar.

Para ocupar el lugar del capitán, el principal candidato es Mateo Antoni, que ayer tuvo minutos y otra vez cumplió. Como enlace del medio, todavía muestra dudas, que no despejará hasta tener una charla personal con varios jugadores, a los que considera “frescos” y “explosivos” para esa clase de partidos: “Tenemos un grupo de gurises que son cracks como personas. Hay mucha honestidad de parte nuestra y de ellos hacia nosotros”.

La intención del DT es planificar para no recibir goles, tener opciones de buen recorrido y recuperación. Pero, como volvió a repetir ayer, si tuviera una “bola de cristal” sería todo más fácil.