El efecto Libertadores de Nacional: elevó el nivel, estuvo a la altura aunque no le alcanzó para ganar

A nivel colectivo el tricolor cumplió y hasta superó las expectativas en un partido donde los Bolsos fallaron las situaciones más claras en el primer tiempo.

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Nicolás Valentini y Juan Ignacio Ramírez pujan por la pelota.
Nicolás Valentini y Juan Ignacio Ramírez pujan por la pelota.
FOTO: Nicolás Pereyra.

Final del primer tiempo. Desde el primero al último hincha. Desde el que estaba en el último rincón de la Abdón Porte hasta el que estaba en el palco más alto de la José María Delgado o en el Paddock, el espacio comercial que se inauguró en la Atilio García. Todos se pararon a aplaudir a los jugadores, que dejaban la cancha extenuados por el desgaste que tuvieron. Nacional hizo un muy buen primer período: concentrado, ordenado, prolijo, con actitud y momentos de buen fútbol. El tricolor compitió de igual a igual y fue protagonista en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Claro, no pudo anotar goles, y esa fue la principal falla del Bolso.

Nacional y Boca Juniors empataron 0-0 y para gran parte de los espectadores los tricolores superaron las expectativas. Por la imagen que había dejado el equipo en el final del Intermedio. Por la baja de los titulares que tuvo en este período de pases. Por la situación de Fabián Noguera que desconcentró, en parte, a la interna. Por la lesión de Gonzalo Carneiro. Por todo. Pero Nacional cumplió y dejó la llave abierta, con esa espina de no haber podido ganar en un duelo que dejó la sensación que no estuvo tan lejos. Que estuvo al alcance de la mano. Nacional logró incomodar a Boca en los primeros minutos. Ni siquiera el hecho de Diego Rodríguez lo aisló de la concentración. El Torito preocupó a todos por un golpe en su cabeza y debido a eso salió pese a su sentir, momento en el que entró Thiago Helguera, que muchos imaginaban de titular. El tricolor sumó a un futbolista para asociarse, pero perdió a un jugador clave a la hora de la presión y de la intensidad para marcar. Según lo que dijo Álvaro Gutiérrez, fue la duda que arrastró durante toda la semana, pese a que siempre se inclinó en los entrenamientos por el Torito.

Diego Polenta fue el patrón del equipo. Literal. Daniel Bocanegra transmitió seguridad, pese a un par de errores en el complemento. Leandro Lozano se mostró firme en la marca y subió con criterio. No se notó que Gabriel Báez estaba debutando. Cumplió. Yona Rodríguez fue mucho más preciso que en otros juegos y fue el exponente más destacado del local, con un despliegue digno de Copa Libertadores. Alfonso Trezza transmitió la actitud que lo caracteriza. Diego Zabala se animó a arriesgar y cada vez que tocó el balón generó peligro.

Diego Zabala y Nicolás Figal mano a mano.
Diego Zabala y Nicolás Figal mano a mano.
Foto: Nicolás Pereyra.

Franco Fagúndez y Juan Ignacio Ramírez fueron los que de cierta forma quedaron en deuda y los hinchas se lo hicieron sentir. El 10 quiere, pero nunca termina de enchufarse; anoche le pasó factura su poco poder de discernir en jugadas clave, mientras que el Colo falló en dos jugadas trascendentales: a los 28’ desvió un balón en el área chica y pegó en el palo, y apenas un minuto después tuvo un mano a mano en el que dudó y la defensa lo logró neutralizar. Su compromiso es para destacar, pero está fallando en lo que tiene que hacer un nueve y ya hace un mes que no puede mandarla a guardar.

Boca salió decidido a no perder y definir la serie en La Bombonera (miércoles 9, hora 21). Por eso su DT -Jorge Almirón- puso una línea de cinco volantes. Fueron pocos los momentos en los que la visita incomodó, aunque en algunos pasajes logró, al menos, realizar posesiones largas a diferencia de Nacional, que fue más vertical en una noche que estuvo marcada por un extraño viento que incidió en ciertas jugadas. Exequiel Zeballos y Valentín Barco -curiosamente suplentes- elevaron el nivel de Boca.

Terminó el partido. Desde el primero al último hincha. Desde el que estaba en el último rincón de la Abdón Porte hasta el que estaba en el palco más alto de la José María Delgado o en el Paddock. Todos se pararon a aplaudir a los jugadores. Fue 0-0, sí. Pero Nacional fue un digno equipo de Copa Libertadores.

El Colo Ramírez se toma la cabeza luego de fallar un gol; no está ligando aunque logra tener situaciones de gol.
El Colo Ramírez se toma la cabeza luego de fallar un gol; no está ligando aunque logra tener situaciones de gol.
Foto: Nicolás Pereyra.

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