Redacción El País
Apenas el árbitro cobró el tiro libre al borde del área a favor de Peñarol, el Campeón del Siglo se puso de pie para ver al '8' hacer su magia: contra Liverpool, por la fecha 11 del Clausura, Leo Fernández hizo otro gol de pelota quieta para el delirio de los hinchas aurinegros, que le respondieron con un ensordecedor "Olé olé olé; Leo, Leo".

El volante creativo del Manya llegó seis goles por esa vía en la temporada y superó lo que hicieron Antonio Pacheco en 2008 y Pablo Bengoechea en 1995, otros especialistas en la materia que habían llegado a cinco.

Fernández pateó, metió a Lentinelly con todo y pelota adentro del arco de la Cataldi y salió corriendo besándose el escudo rumbo al rincón entre esa tribuna y la Damiani, a festejar junto a su gente.

Entre todas las alegrías que les da el '8', lo único que entristece a los hinchas es el poco tiempo que podría quedarle vistiendo la camiseta de Peñarol, porque la misión de retener en el fútbol uruguayo a un jugador de tal calibre parece demasiado grande. Sin embargo, está latente.

En principio, la estadía de Leo Fernández en Peñarol era hasta mitad de año, pero tras negociar con Toluca lograron la extensión del préstamo hasta el 31 de diciembre para que siga jugando la fase final de la Copa Libertadores con el club.

Este año y con el gol del sábado, el volante lleva 19 tantos y 16 asistencias en 43 partidos disputados entre Campeonato Uruguayo, Copa Libertadores y Copa AUF Uruguay 2023.

Tras un año brillante, el club mexicano y dueño de su ficha planea ponerlo en el mercado sin definir un precio mínimo para el jugador que de por sí está valuado en 7,5 millones de euros.

La posibilidad de Peñarol para retener al jugador dependen de las ofertas que lleguen por él y de qué mercados, entendiendo que por ejemplo contra el de Arabia no podría competir.

En caso de que no llegue ninguna oferta que seduzca al Toluca, los carboneros podrían emplear otra vez la estrategia que utilizaron para retenerlo este último semestre: hacerse cargo del total de su salario (que hoy es el más alto del fútbol uruguayo) más el pago escalado del préstamo al club mexicano según diferentes objetivos (como los que estableció este año según cada fase superada de la Libertadores).

Como en aquella ocasión, también pesará en la decisión el deseo del jugador de quedarse, que en el correr de este año y a base de goles (y tiros libres) generó un vínculo especial con la hinchada aurinegra.