El festejo de Bielsa y el "baboseo" de los colombianos que fue opacado en la noche del recomienzo de Uruguay

16/11/2024, 03:00

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Marcelo Bielsa se levantó como con un resorte de la heladerita en la que habitualmente se sienta. Los suplentes salieron a buscar a Manuel Ugarte, que se había ido a recorrer la Olímpica, emulando el festejo del “Chengue” Morales en las clasificatorias para 2002, pero a la inversa.

A nadie le importó que el volante del Manchester United estuviera del otro lado de la cancha. Dos asistentes del Loco se abrazaron y saltaron como dos niños cuando hacen un gol en una cancha de baby fútbol, o en el patio del colegio. Darwin Núñez aprovechó la volada para celebrar en la cara de Yerry Mina, ese colombiano que dejó con la sangre en el ojo a medio Uruguay por su “baboseo” constante, que empezó en la Copa América de 2021 y siguió en la de 2024. El gol de Ugarte en el décimo minuto de adición se festejó con una algarabía inusitada en el Centenario, y le dio la razón a las cerca de 35.000 personas que decidieron invertir su tiempo en un viernes a la noche para ver a la Celeste.

Ese gol tuvo mucha más relevancia por lo que había pasado unos minutos antes, cuando Colombia había logrado empatar a los 96 por intermedio de Carlos Gómez, en una incidencia que se demoró por una supuesta falta que pareció ser sobre Rodrigo Bentancur, pero que el VAR desestimó. También creció en relevancia por la carga emotiva que tuvo el partido, porque, a pesar de que los futbolistas uruguayos se encargaron de tirar por la borda con sus declaraciones negando que fuera una revancha por lo sucedido en la Copa América, en la cancha se notó que había más que un partido de Eliminatorias. Hubo cruces, forcejeos, empujones, miradas serias y pierna fuerte, como Nahitan Nández, que pese a su baja estatura no se achicó para enfrentar al potente defensa Jhon Lucumi.

Darwin Núñez celebra el triunfo de Uruguay sobre Colombia por Eliminatorias.

Uruguay venció a Colombia 3-2 y se sacó de arriba una mochila grande después de cuatro partidos sin anotar goles y sin poder obtener triunfos y luego de las declaraciones públicas de Luis Suárez que enrarecieron el ambiente alrededor de la selección celeste. El equipo sigue estando lejos de lo que supo ser en estas clasificatorias, pero anoche creció ostensiblemente respecto a lo que venía mostrando. Creció en intensidad, mejoró en funcionamiento y en concentración y encontró otra vez esa cuota de fútbol que le faltó, con el regreso de Rodrigo Bentancur.

Aunque la historia no empezó bien con ese gol de tiro libre de Juanfer Quintero -lenta reacción de Sergio Rochet y una barrera armada llamativamente de mal manera, como esperando un centro y no un remate directo-, Uruguay se supo reponer frente a la adversidad, principalmente por su postura en el complemento. Fue así que un centro al medio de Marcelo Saracchi terminó con el gol en contra de Davinson Sánchez y en un abrir y cerrar de ojos Uruguay estaba 2-1 por el gol anotado por el debutante Rodrigo Aguirre (ver nota páginas 6-7) después de una buena jugada con Maxi Araújo y Mathías Olivera. A los 30 años debut en la selección mayor, 11 años después vestido nuevamente de celeste tras aquel Sudamericano Sub 20 de 2013 y manos a la cara, como queriéndose esconder y recorrer todo lo que fue su carrera hasta llegar a este gol, seguramente uno de los más importantes de su carrera.

Gol de Manuel Ugarte en el partido entre Uruguay y Colombia por Eliminatorias.

Uruguay defendió bien la ventaja, fue un equipo solidario, aunque en el primer tiempo tuvo dificultades a la hora de realizar el retroceso defensivo. Nández fue creciendo con el paso de los minutos y le hizo la noche imposible a Luis Díaz, que venía de marcar un hat-trick con el Liverpool inglés.

Con esta festejada victoria, la Celeste alcanzó a su rival de turno en la tabla y quedó en el segundo lugar, no dejando entrar a las dudas porque una noche antes Paraguay y Ecuador habían alcanzado los puntos que tenía la selección de Bielsa.

¡Así te quiero Uruguay! Festejando como lo hiciste en el final, celebrando todos juntos con los hinchas, volviendo a anotar goles para dejar afónicos a los hinchas uruguayos y en silencio a algunos fanáticos colombianos, que segundos antes se habían reído de los locales.