El fin de la era Cavani-Suárez: la página que se cierra, el legado que dejan y el maleficio pendiente para Bielsa

Los dos máximos goleadores históricos de la selección le ponen punto final a su ciclo juntos; con ambos en cancha, Uruguay solo quedó eliminado en dos oportunidades.

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Suárez y Cavani se abrazan tras la eliminación. Foto: Reuters.
El abrazo de Suárez y Cavani.
Foto: Reuters.

Una pieza importante de la historia -y también algunos restos del presente- de la selección uruguaya puede resumirse todavía en el legado de dos grandes hombres: Edinson Cavani y Luis Suárez.

Obsesionados por el gol, se ganaron sus credenciales con el poncho de líderes calzado en diferentes momentos. Buenos, malos, de gloria, decepción y también cuando la sangre hervía en un mar de tensiones.

Siempre en el papel de protagonistas, ocuparon portadas enteras de diarios, pósters de dormitorios e incluso generaron debates eternos sobre quién de los dos fue el mejor jugador uruguayo de la generación 87, discusión que quedará para otro capítulo.

Hasta que un día, poco más de una semana antes de que se conociera la lista definitiva de los 23 elegidos por el entrenador Marcelo Bielsa para la Copa América de Estados Unidos, Cavani, por sus propios medios, le allanó el camino poniéndole punto final a su historia en la Celeste, pese a estar en un gran momento goleador con Boca Juniors.

Suárez, en cambio, se animó a un último baile y lo puso en aprietos. El técnico tenía que decidir entre priorizar la renovación de una generación o darle un boleto al máximo goleador de la historia, que había sido una garantía en Gremio y respondía en la Major League Soccer (MLS).

El lugar se terminó liberando con la baja a último momento de Federico Viñas por lesión y, ¡vaya paradoja!, Suárez resultó ser el autor de la chance más clara de Uruguay en la semifinal que perdió 1-0 frente a Colombia.

Hasta su última declaración formal -ayer, a través de la red social X- el futbolista dejó su cierre en puntos suspensivos. Pero, como todo hace indicar, parecería que mañana ante Canadá tendrá su adiós definitivo, al menos de las grandes competencias.

El fin de una era

Cavani y Suárez celebran luego de ganar ante Portugal en Rusia 2018.
Suárez y Cavani festejan juntos un gol del Pistolero en el Mundial de Brasil 2014.
Nicolas Pereyra

Hay párrafos que se escriben entre lágrimas y este, probablemente, sea uno de ellos. Cavani y Suárez marcaron una época que reconquistó a miles de corazones celestes que estaban desencantados con la selección y enamoró a otros cientos de miles que crecieron junto a ellos.

Sin embargo, hubo momentos en que esa contribución se volvió contraproducente para Uruguay, que sufrió una dependencia tal que, cuando uno de ellos le faltó -ya sea por lesión, suspensión o no estar convocado-, quedó eliminado en seis de las últimas ocho competencias importantes en las que participó.

Salvo en la Copa América 2019 y 2021, donde ambos estuvieron en cancha al momento de la eliminación, el maleficio prevalece desde el Mundial 2010 a la fecha.

Incluso se valida con el ejemplo de esta reciente Copa América 2024, que acentúa, además, que la selección se vuelve a quedar afuera de una ronda eliminatoria luego de haber sufrido la baja de algunos de sus titulares, como fue el caso de Nahitan Nández (suspendido), Ronald Araujo (desgarro) y Matías Viña (sobrecarga), que llegó con lo justo y no tuvo minutos.

Caso a caso

Ronald Araujo trabajando en su recuperación durante la Copa América 2021.
Ronald Araujo trabajando en su recuperación durante la Copa América 2021.
Foto: Nicolás Pereyra.

Fue en la primera aventura mundialista de Óscar Washington Tabárez cuando Suárez se destapó y paralizó a más de tres millones de uruguayos con tres goles y dos asistencias, pero también con salvadas agónicas, como la del gol que evitó contra Ghana. Con un manotazo de ahogado, pero también una cuota de suerte, fue héroe y villano ese mismo día y por esa expulsión se perdió la semifinal contra Países Bajos, que Uruguay perdió 3-2.

Con Cavani y Suárez en cancha en la final, llegó el título de la Copa América 2011, pero el denominador común de las ausencias volvió para el Mundial de 2014, donde nuevamente el Pistolero estuvo ausente, esa vez para el cruce de octavos de final frente a Colombia. La mordida a Giorgio Chiellini en fase de grupos contra Italia le valió una sanción de nueve partidos por parte de la FIFA.

Incidente. Suárez y Chiellini, segundos después del mordisco que originó su sanción.
Suárez y Chiellini tras el mordisco que originó su sanción. Foto: Nicolás Pereyra
Archivo El Pais

El diagnóstico se repitió a los cuatro años siguientes, en el Mundial de Rusia 2018, con un cambio de actor en el libreto. Fue Edinson Cavani quien, tras haberle convertido un doblete a Portugal, no pudo estar (por lesión) en la ronda de cuartos de final ante Francia.

Y, por si fuera poco, en Qatar 2022, una mera casualidad hizo que Diego Alonso, el entrenador de entonces, sacara a Suárez para darle lugar a Cavani en el último juego de la fase de grupos (contra Ghana), por lo que tampoco compartieron cancha en el momento de la despedida.

También pasó en tres de las cinco Copa América posteriores al título de 2011. A la de 2015, Suárez faltó por la sanción y la selección se quedó afuera en cuartos de final contra Chile (derrota 0-1) luego de que Cavani se fuera expulsado. En 2016, Lucho no ingresó porque arrastraba una molestia, terminó golpeando el banco de suplentes y Uruguay se volvió en la fase de grupos. Y ahora, en 2024, el Edi directamente ni entró en la convocatoria y el recorrido llegó hasta las semis.

Edinson Cavani y su tradicional celebración con Uruguay en el Estadio Centenario.
Edinson Cavani y su tradicional celebración con Uruguay en el Estadio Centenario.
Foto: Fernando Ponzetto

Para Álvaro “Tata” González, la ausencia de sus excompañeros nunca se tradujo en un problema directo para el funcionamiento del equipo. Así se lo dijo hace algunos años a este periodista: “Como equipo, muchas veces hemos tenido que responder sin ellos en instancias importantes y lo hicimos bien”. Pero la estadística deja en jaque al hoy exfutbolista, ya que en las cuatro eliminaciones mundialistas (2010, 2014 y 2018) el DT de turno no pudo contar con al menos uno de ellos.

El problema, trasladado ahora a la realidad de Bielsa, supo abarcar a otros titulares que también se perdieron grandes citas. Los casos más frescos son los de Nández, Araujo y Viña, pero al viajar en el tiempo aparecen otros que también resonaron y pegaron en la interna. Las bajas de Diego Lugano, Jorge Fucile y Nicolás Lodeiro en Sudáfrica 2010, Matías Vecino en la Copa América Centenario de 2016 y la 2019 y el propio Araujo en Qatar 2022 fueron algunas de las ausencias que hicieron que un equipo, al que generalmente no le sobró nunca banco de suplentes, se quedara como un cuchillo sin filo.

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