El fuerte relato de una hincha de Peñarol en viaje: "Hay cinco ómnibus que llevan 35 horas sin tomar agua"

María, integrante de una peña de Paysandú que viajó a alentar al aurinegro en la semifinal de ida de la Copa Libertadores, criticó el trato que recibieron de parte de la policía brasileña.

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Los hinchas de Peñarol en plena semifinal de ida ante Botafogo por Copa Libertadores.
Los hinchas de Peñarol en plena semifinal de ida ante Botafogo por Copa Libertadores.
Foto: Nicolás Pereyra.

Redacción El País
María, una hincha dePeñarol que integra una peña en Paysandú, contó su experiencia acompañando al aurinegro en Río de Janeiro en el marco de la semifinal de ida de Copa Libertadores frente a Botafogo.
"(En nuestro ómnibus) no tuvimos ningún detenido, nos quedamos en un hotel en Copacabana y por cuenta nuestra decidimos ir a refugiarnos en un shopping en Barra da Tijuca. Cuatro horas antes del partido fuimos por nuestra cuenta al estadio", inició en diálogo con #Minuto1 (Carve Deportiva).

"Cuando llegamos nos sorprendieron unos hinchas de Botafogo que nos rompieron el ómnibus, pero ninguno se lastimó. La Policía nos encerró en una curva sin salida, empezaron a llegar los hinchas de Botafogo y nos apedrearon el ómnibus", añadió.

El testimonio de una hincha de Peñarol tras los incidentes en Río

"Cuando terminó el partido, pensamos que Conmebol con todo lo que venía pasando nos iba a autorizar a salir, nos trancaron y nos cerraron los baños. Habían niños chicos que lloraban y gente con ataque de pánico; entraban con palos y gas pimienta, teníamos que salir corriendo para un rincón y nadie dijo nada. Nos tuvieron cuatro horas para liberarnos, a un hincha le dio un infarto, hubo gente que se descompuso, ahora estamos terminando esta odisea y queriendo llegar a nuestros hogares", narró María.

"El único contacto que nos respondió y se hizo cargo de la situación fue el doctor Jorge Barrera. Él nos ayudó junto con Evaristo González para que nos hicieran una nota desde Cancillería diciendo que nosotros somos de una peña de Paysandú", añadió.

En este sentido, profundizó: "Por una orden del fiscal, en las 30 horas que llevábamos de viaje no podíamos bajar. Nosotros en Curitiba pudimos zafar de la caravana de custodia que nos llevaba a 40 kilómetros por hora; no podíamos tomar agua y no teníamos abastecimiento. Siguen cinco coches que no han podido parar. Nosotros estamos a cinco horas de Rivera, pero toda esa gente viene a 10 o 12 horas de Rivera".

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