La tarde comenzó con aplausos por el homenaje a Diego Polenta, que llegó a 200 partidos oficiales en Nacional. Y la noche siguió con sonrisas, porque llovían goles entre el mar de camisetas blancas y cada uno de los jugadores que salía sustituido recibía la aprobación del público en el Gran Parque Central.
En una semana salpicada por títulos de condimento político -llámese Chino Lasalvia, arbitraje o la defensa de Alejandro Balbi a un jugador de Defensor-, los futbolistas dirigidos por Álvaro Recoba siguieron el plan al pie del libreto y transformaron en anecdótica la sucesión de episodios extradeportivos de los últimos días.
De entrada, la historia en la cancha empezó cuesta abajo para Rampla Juniors, su rival, que todavía tenía a algún hincha despistado, recién entrando al Gran Parque Central, cuando Alexis Castro ya estaba cantando su primer grito de gol de la jornada. Iban apenas 3 minutos de partido.
Todavía había sol cuando Jeremía Recoba trazó una diagonal perfecta para la visión de Castro, quien pasó de goleador a asistidor y fue testigo de una finalización fabulosa de su compañero, quien definió de globito y engañó al arquero Adriano Freitas. Se hizo de noche cuando el VAR terminó de revisarla.
La avalancha llegó justo antes del final del primer tiempo, que cerró con un nuevo gol del argentino. Un Rampla entregado, sobrepasado por el movimiento de la pelota de un lado hacia otro, como si le estuvieran jugando al “monito”, tuvo exceso de pasividad mientras el peligro se construía por la banda izquierda. El zaguero Lautaro Centurión, en el afán de despejar, asistió involuntariamente para dejar servido el gol del 3-0.
Nacional no sacó el pie del acelerador hasta el tramo medio del complemento. Y casi que sin querer queriendo, siguió aumentando la diferencia mientras tanto. A los 56 minutos, fue turno de Mauricio Pereyra, que hizo un gol calcado al que le había hecho a Defensor Sporting: amague de zurda para perfilarse de derecha y rematar esquinado desde la medialuna.

Cuando la epidemia de bostezos se propagaba entre algunos actores de los palcos y la hinchada de Rampla ardía de la bronca -con motivos sobrados- llegó la luz en medio de una noche oscura para los visitantes. Enrique Almeida tiró un córner e Isaac Méndez encontró oro con un cabezazo que tuvo al palo como su principal aliado para vencer a Luis Mejía.
Enseguida, un error de Franco Romero en salida devino en nueva intervención del arquero panameño, que luego fue vencido por un remate violento de Diego Rosa desde afuera del área.
Con el 4-2 y Rampla en partido, un contragolpe volvió a desnudar los problemas de su defensa. Rubén Bentancourt entró y anotó de volea, asistido por Zabala, que a los 87’ puso el game, set and match para Nacional.