Redacción El País
El Barcelona define en el Estadio Olímpico de Montjuic una de las llaves de cuartos de final de la UEFA Champions League ante el Paris Saint-Germain, al que le ganó en Francia por 3-2 en el partido de ida para jugar en Catalunya con mínima ventaja.

Pero si bien las cosas comenzaron bien para el equipo de Xavi Hernández, porque el brasileño Raphinia anotó el 1-0 cuando apenas iban 12 minutos, el panorama para los culés se oscureció cuando a los 29 minutos el uruguayo Ronald Araujo recibió la tarjeta roja.

El zaguero oriental, pilar en la defensa blaugrana, llegó tarde para cerrar al Bradley Barcola y lo cruzó —según entendió el árbitro y e VAR, aunque la jugada es muy fina— milímetros antes de ingresar al área. Araujo lo sujetó arriba, en el hombro del francés, para desestabilizarlo y que no quede mano a mano con el arquero Ter Stegen.

El atacante del PSG cayó y el uruguayo automáticamente fue expulsado. Pero antes de retirarse del campo de juego, hizo un polémico gesto con la mano, mostrando su desacuerdo con la decisión del juez de mostrarle la roja. El gesto significa que entiende que hubo robo en favor del PSG.

Luego de la expulsión, llegaron los goles de Ousmane Dembelé, Vitinha y Kylian Mbappé de penal, para dar vuelta la serie y clasificar, parcialmente, al equipo francés.