Redacción El País
La denuncia por abuso sexual contra los jugadores de Vélez Sebastián Sosa, Abiel Osorio, José Florentín y Braian Cufré sigue generando revuelo en Argentina y afecta directamente la interna del club, que los tiene entrenando por separado a los cuatro.
En las últimas horas, el entrenador Gustavo Quinteros dio su parecer acerca de la situación, que tuvo un giro inesperado sobre la implicancia que aparentemente habría tenido el arquero uruguayo. "Es importante que el grupo esté fuerte. Cuando hay adversidades, problemas personales, cuando se comenten errores, si el grupo está fuerte, se debe separar lo futbolístico de lo personal, de los errores cometidos", analizó el DT.
Según informaron diversos medios argentinos, los cuatro implicados siguen en libertad, pese a que Vélez ya emitió un comunicado solidarizándose con la víctima y repudiando los hechos que hablan de que la periodista denunciante quedó “ensangrentada” en el Hotel Hilton, luego del encuentro que mantuvieron los jugadores con ella, después de enfrentar a Atlético Tucumán por la Copa de la Liga.
El rol de Sebastián Sosa
Sosa, si bien fue el que inició el chat con la mujer, a la que le pidió su número de WhatsApp a través de Instagram, sería un partícipe secundario, de acuerdo a la hipótesis que maneja la Justicia argentina.
Aparentemente, no habría participado del ataque sexual, sino que sus tres compañeros lo cometieron cuando este se fue a dormir, sostienen los investigadores en base a evidencias.
El hotel fue allanado por la policía, que secuestró las cámaras del lugar que probarían el giro de último momento en la causa. El delito que se está investigando castiga con penas de entre ocho y 20 años de cárcel en Argentina a los autores.
La víctima será interrogada bajo el sistema de Cámara Gesell, que en el vecino país utilizan para tomarle declaraciones a los menores de edad y que permite que se exprese sin ver a quienes la escuchan para evitar que sea intimidada. A su vez, también se buscarán pruebas para determinar quién fue el responsable de llevarles una botella de fernet a la habitación en la que estaban concentrando, que, de acuerdo a los chats filtrados, era la 407.
"Pasaste un buen momento y listo. No te amargues", le habría dicho Sosa luego de su visita.
"Lo que hicieron ayer fue muy fuerte. Eso no se le hace a ninguna mujer. No me lo merecía", replicó la periodista denunciante.