Enviado a Río de Janeiro / Brasil
Peñarol se instaló en la noche del martes en Río de Janeiro, donde este jueves desde la hora 19:00 enfrentará a Flamengo en el Estadio Maracaná, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, instancia que el Mirasol no disputa desde 2011, año en el que llegó a la definición frente a Santos.

"Estamos muy bien", comentó el presidente Ignacio Ruglio en la legada de la delegación al hotel de Barra da Tijuca donde está instalado el Carbonero a la espera del encuentro ante el Mengao que tendrá a 2.200 hinchas mirasoles en las tribunas del mítico Maracaná.

Pero el titular de Peñarol no ocultó su alegría y sobre todo, el disfrute de este momento que vive toda la institución jugando cuartos de final de Libertadores luego de 13 años y en sus estados de WhatsApp, contó que se dio un "gusto" en el vuelo chárter de Montevideo a Río de Janeiro.

"Ayer la vida me dio otro lindo regalo. 28 presidentes tuvo Peñarol en sus 133 años, 8 de esos 28 fuimos dos veces presidente y 3 presidentes estamos hoy en día aquí físicamente", comenzó escribiendo Ignacio Ruglio en una publicación que acompañó con una foto de la charla que mantuvo con Jorge Barrera y Juan Pedro Damiani en pleno viaje a Brasil.

Foto: Captura.

"Ayer durante casi todo el vuelo de venida a Río nos dimos el inmenso gusto de hablar los 3 por más de una hora y media", expresó el presidente de la institución auriengra.

"Es un gran momento del Club para disfrutarlo los 3 juntos, es un gran momento para dar esa señal también. Gracias Juan Pedro y Jorge por venir todos juntos al viaje, gracias Peñarol por seguirme regalando momentos únicos. Gracias a los socios del Club que han confiado en mi y me han puesto ya dos veces en este hermoso lugar que me permite vivir cosas como esta", cerró diciendo Ignacio Ruglio.

Cabe recordar que ni bien se supo la fecha del partido ante Flamengo, Ruglio se comunicó con Barrera y con Damiani para invitarlos a ser parte de la delegación de Peñarol para viajar a Río de Janeiro ya que entendía que el club debía estar unido de cara a una instancia tan importante como la de los cuartos de final del certamen continental, algo que no lograba el Carbonero desde la edición 2011, cuando al mando de Diego Aguirre como ahora, llegó a la final que luego perdió con el Santos liderado por Neymar.